Producen hortalizas en invernaderos

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Una mayor producción, ahorro de agua por riego y el cultivo de hortalizas que no crecen en climas fríos son algunas ventajas que los campesinos pueden obtener de los invernaderos.
Por ese motivo, el Centro Universitario del Norte está preocupado en instruir a los campesinos de la región en dichos sistemas, afirmó José Alberto Becerra Santiago, secretario académico del Centro Universitario del Norte (CUNorte).
El núcleo estudiantil ofrece cada seis meses un curso práctico de producción de hortalizas en invernadero, para informar no solo acerca del sistema de producción, sino también de las formas más eficientes para comercializar los productos obtenidos.
CUNorte tiene la experiencia necesaria para impartir dicho taller, pues cuenta con un invernadero en su campus y participó en la instalación de otro en Hamaiesie, donde también, en coordinación con el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), asesora a dicha comunidad indígena ubicada en el municipio de Mezquitic. El proyecto está financiado por la FAO y la organización Selva negra.
El invernadero del centro universitario cuenta con tecnología sofisticada, que incluye calefacción y ventilas para regular la temperatura. Por ahora siembran en tierra firme, con un sistema de riego por goteo permanente. “Trabajamos para generar las condiciones que en la próxima producción permitan utilizar la hidroponia” (sistema de riego que no requiere tierra firme).
El agua, obtenida de un pozo profundo ubicado en el centro, es subido a un tinaco mediante una bomba.
El año pasado CUNorte obtuvo una producción de 18 toneladas de jitomate. En este calculan que habrá una cosecha menor, porque los cultivos fueron atacados por una plaga que, en algunas secciones, lograron controlar a tiempo. “Tal vez obtengamos 16”.
Aseveró que en Ocotlán, de manera natural, no podrían sembrar jitomate. Sin embargo, el invernadero genera un microclima favorable para su crecimiento. “Una planta normal, a cielo abierto, puede producir hasta cuatro kilos de la hortaliza, mientras que en invernadero, de ocho a 15”.
El invernadero de la comunidad indígena de Hamaiesie es menos sofisticado, pues no tiene calefacción, aunque emplean un sistema de cultivo que incluye mitad hidroponia y mitad tierra, es decir, la planta queda sobre una capa de tierra, pero en la parte de abajo, donde están las raíces, hay agua. “La ventaja con este sistema es que, durante un mes, el agricultor no debe preocuparse por regar”.
En la comunidad indígena, gracias al invernadero, producen distintas hortalizas, pero sobre todo lechuga, brócoli, zanahoria y rábano.
El monto exacto de la producción de la comunidad indígena es difícil de calcular. El invernadero tiene una función formativa y pedagógica. Está dentro de la primaria de la comunidad y, de hecho, es atendido por alumnos y madres de familia.

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