Por 30 minutos de consulta

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    “Me envían de una comunidad cercana a San Andrés Cohamiata, a una paciente huichol que, de acuerdo al médico general, presentaba un diagnóstico de cérvico-vaginitis, una infección por hongos, parásitos o bacterias en la vagina”, dice Édgar Saúl Tejeda Chávez, quien es médico especialista del hospital de Colotlán y coordinador de Ciencias de la salud del Centro Universitario del Norte, ubicado en el mismo municipio.

    Cuenta esta historia, que le sucedió a una mujer de una comunidad indígena de la sierra de Jalisco, para ejemplificar el rezago que existe en la región Norte en cuanto a servicios de salud.

    “Ella se movió de su rancho, caminando, para ir a San Andrés, donde no le resuelven nada, y le dicen que tiene que venir a Colotlán. No tiene dinero para el traslado, lo consigue, llega aquí. Ese día no teníamos cita para la consulta, por lo que tuvo que ir al albergue para indígenas, esperar al día siguiente, y cuando la veo es por un diagnóstico sencillo de tratar hasta en la comunidad donde estaba”.

    Luego, de nuevo el largo viaje hasta la sierra. Para 30 minutos de consulta, la mujer tuvo que invertir más de tres días y conseguir dinero prestado para el traslado.

    Este es un caso extremo que refleja la situación que viven muchos de los 70 mil habitantes de la región que, por falta de infraestructura, de especialidades y de personal capacitado, en caso de urgencia médica tienen que trasladarse a unidades de las ciudades de Zacatecas o de Guadalajara.

    “Su traslado representa un gasto enorme para una de las zonas más pobres del estado”, afirma Tejeda Chávez. Además de contar con tres municipios —Mezquitic, Bolaños y Chimaltitán—, cuyos índices de desarrollo se encuentran entre los más rezagados de México en materia de salud, en algunos casos, éstos descienden hasta 0.3: el más bajo del país y semejante al de Zambia, según el último informe sobre desarrollo humano de Naciones Unidas.

    El pico de derivaciones de pacientes fue de 700 en el año pasado, cuando remodelaron el quirófano del hospital de Colotlán, explica Tejeda: “Éste, a pesar de ser considerado en la clasificación de la Secretaría de Salud como ‘comunitario’, desempeña las funciones de un hospital regional, porque aquí derivan pacientes de toda la zona Norte, aunque no tenemos la infraestructura adecuada”.

    El otro hospital comunitario es el de Huejuquilla, pero el médico comenta que los dos son insuficientes para atender a toda la población. “Tenemos especialidades básicas, como cirugía general, medicina interna, pediatría y ginecología. El problema es que contamos con un solo médico internista, y nada más los fines de semana”.

    Agrega que los turnos nocturnos son cubiertos por médicos generales, no cuentan con un anestesiólogo de guardia, además de que en general faltan pediatras y enfermeras especializadas.

    “Un hospital, cuando es resolutivo, soluciona la mayoría de los problemas. Con las especialidades básicas, nosotros podríamos atender el 70 u 80 por ciento de los motivos de consulta. Ahora resolvemos apenas el 40”.

    Dice que el gobierno del estado tiene un programa fuerte para mejorar los servicios de salud en la región, con la construcción de nuevos hospitales y ampliación de los que existen: “Es bueno que se esté volteando a ver la zona Norte, pero necesitamos también formar recursos humanos para cubrir las necesidades, tanto de crecimiento de la infraestructura, como de especialización. De otra manera nos encontraremos con elefantes blancos, edificios y equipamiento que nadie podrá usar porque no tienen los conocimientos”.

    En este sentido, explica que en el hospital de Colotlán construyeron nueva infraestructura, como dos quirófanos y una unidad de cuidados neonatales, pero que no cuentan con el personal especializado para atender a esas áreas.

    “La Universidad de Guadalajara, en conjunto con la Secretaría de Salud y la sociedad, debemos dar el brinco si queremos que nuestros hospitales tengan todo lo necesario”, continua Tejeda.

    “CUNorte ha estado formando licenciados en enfermería, con habilidades y destrezas para hacer lo básico en un hospital, pero en esta materia hay una serie de especialidades para poder asistir en las diferentes áreas”.

    Concluye que la zona representa una oportunidad para la UdeG: “No podemos estar dependiendo de la formación en Guadalajara. Debemos formar a personas de la región, que ya se desempeñan aquí en actividades hospitalarias, para que tomen las especialidades necesarias para cubrir todos los servicios”.

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