Orlok el otro hijo monstruoso

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José Fors recuerda que tiempo atrás en una presentación de su ópera-rock Dr. Frankestein, alguien se le acercó y le cuestionó “en tono burlón si la próxima obra sería Drácula”, pero él —ahora riendo— contestó que no, que sería algo “muy obvio”. Los años han pasado y en marzo de este año se estrenará en el Teatro Diana Orlok El Vampiro, la segunda obra de esas características del músico y pintor cubano-mexicano.

Inspirada en la película Nosferatu de Murnau y en la versión de Herzog, que a la vez retomaron la novela Drácula de Bram Stocker; Fors reconoce que este nuevo trabajo es “un hijo” del anterior, que fue una experiencia “tan grata y tan grande que no se podía quedar ahí”, y advierte que “el peligro es que todo el tiempo se va a estar comparando, pero aunque deseaba hacer algo diferente, quería que naturalmente fuera ese hijo y se notaran algunas similitudes”.

Sin embargo, dice que el proceso fue diferente, ya que en Frankestein hizo la música como lo hace para un grupo de rock, al contrario de Orlok que “nace como algo muy alejado” del género, y es “más ambiental, oscuro y éter”, al mismo tiempo que “más íntima” para que también “nos quitara de muchas broncas” como en la anterior, “por tanta escenografía y gente”.

Fors señaló que una de las dificultades de para crear esta obra —concebida tres años atrás— fue el poder sintetizar en 34 canciones la historia de este vampiro, que es “tan complicada y rica, sin perder los detalles y las sutilezas”, a la vez de hacer el “híbrido de Nosferatu  y Drácula”. En un fino tono escatológico, dijo que otra dificultad había sido que el proyecto estuviera parado dos años, aunque ya estuviera grabado el disco precisamente hace tales años, porque “parece que vas al baño y no terminas, lo traes atorado, se siente gacho”. Y lo comparó con la “diarrea sabrosísima” de Frankestein, que se montó en unos cuantos meses.

Eduardo Ruiz Saviñón especialista en teatro de suspenso y terror es quien está a cargo junto con Fors de la puesta en escena, a la que el rockero calificó, gracias a este trabajo estrecho, de “más madura y sólida”. Ana Teresa Ramírez, coordinadora de Música de Cultura UDG, dijo que la inversión para montar la obra es arriba de los setecientos mil pesos, y que puede tener algunos ajustes dependiendo de los diferentes teatros donde se presente. Apuntó que si el proyecto se retrasó se debió en parte a los cambios de administración de la Universidad y al proceso para conseguir el presupuesto, que finalmente se pudo etiquetar a finales del año pasado.

Los protagonistas de la ópera son Leobardo Quirarte como El Conde Orlok; Iraida Noriega como Lucy; Vera Concilion en el papel de Mina; Sara Valenzuela en el rol de una vendedora de flores; Érika Noguez como la madre; Ugo Rodríguez como Thomas; Santiago Cumplido como Renfield, y en el papel de Abraham Van Helsing, José Fors.

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