La Organización Mundial de la Salud ha declarado en todo el mundo a octubre como el mes para la sensibilización sobre el cáncer de mama, con el objetivo de aumentar la atención y apoyo —mediante información oportuna— a la detección precoz y el tratamiento de esta enfermedad, que es de las más frecuentes entre las mujeres tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Su incidencia ha aumentado en los últimos años sobre todo en las poblaciones con ingresos bajos y medios.
A pesar de los avances médicos y tecnológicos continua siendo una enfermedad de alta incidencia: “En el año 2014 la Organización Mundial de la Salud (OMS), reportó que anualmente son detectados alrededor de 1.38 millones de nuevos casos, mientras que otras 458 mil personas pierden la vida a causa de esta enfermedad.”2.
En México, donde el cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres, cada año se diagnostican 15 mil nuevos casos, y lamentablemente el 70 por ciento de estos no son detectados a tiempo para su tratamiento oportuno, por lo que más de 5 mil 500 mujeres mueren anualmente debido a esta enfermedad.
La revisión oportuna puede ayudar a salvar vidas, ya que la posibilidad de sobrevivir a este padecimiento es del 65 por ciento si se detecta tempranamente, ya que un tratamiento realizado a tiempo puede incrementar las posibilidades de curación.
Hasta ahora se conoce poco sobre cuales son las causas que generan el cáncer de mama, por lo que la autoexploración es una de las opciones esenciales para detectar la enfermedad, así como la revisión anual por el médico especialista a partir de los 35 años y las mastografías en el grupo poblacional con mayor riesgo de contraer la enfermedad (40 años o más).
Cabe insistir en que la mayoría de las muertes en el mundo se producen porque los diagnósticos se realizan cuando el cáncer ya ha avanzado, debido, por un lado, a la falta de sensibilización de la población, y por otro a los carentes servicios de salud que hay en países con ingresos bajos y medios, así como el difícil acceso a éstos. Por ello es importante que las mujeres estén al tanto de cualquier alteración que pueda presentarse en las mamas, porque nadie puede percatarse mejor de su presencia que ella misma.
Algunos factores que multiplican el riesgo de padecer cáncer de mama se relacionan con antecedentes de algún familiar con esta misma enfermedad, tener el primer hijo después de los 30 años, no haber tenido hijos, la obesidad, el tomar hormonas para la menopausia o usar anticonceptivos durante más de cinco años, pero en cualquier caso la vigilancia médica y personal es lo que ayuda a la prevención. Es importante aprender a conocer el propio cuerpo, por lo que si se detecta alguna anomalía o una masa en las mamas, por más pequeña que sea, es necesario y urgente que se realicen los análisis correspondientes; los especialistas señalan que una buena alimentación y realizar ejercicio para mantener una buena salud pueden prevenir no sólo este padecimiento, sino muchas otras enfermedades.
Diversas organizaciones e instituciones públicas se han dado la tarea de sensibilizar a la población sobre el cáncer de mama con la finalidad de que se conozcan los signos y síntomas iniciales, así como para que aprendan a realizarse la autoexploración por lo menos una vez por mes. También se han estado realizando jornadas de mastografía en diferentes estados con el objetivo de que más mujeres puedan revisarse y prevenir la enfermedad.
Colaboremos todos a difundir la información y estimular la sensibilización sobre el cáncer de mama, así ayudaremos a que menos mujeres mueran por haber recibido una atención tardía.
