Nuestra población en urgencia

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Hablar de los problemas que aquejan a la población en general es referirse a un gran abanico de situaciones que restan a la calidad de vida de los seres humanos.

El crecimiento de los habitantes, en distintas regiones del planeta, llegó a un punto donde el retorno parece imposible. En Jalisco preocupan temas como salud sexual y reproductiva, migración, prevención para la adultez, la mortalidad y esperanza de vida de 8 millones 325 mil 800 personas que habitan en la entidad.

Cada 11 de julio se conmemora el Día Mundial de la Población, fecha instituida desde 1989 por la Organización de las Naciones Unidas, con el fin de poner atención a las políticas públicas en los países, para garantizar los derechos humanos y la calidad de vida, frente a los grandes problemas demográficos.

Algunos de los más urgentes de tratar en Jalisco fueron abordados en entrevista para La Gaceta, por Patricia Noemí Vargas Becerra, profesora investigadora del Departamento de Estudios Regionales del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) y jefa del Departamento de Ciencias de la Salud del Centro Universitario de los Altos (CUAltos).

Explicó que en 2019 no sólo se conmemoran 30 años de la instauración de este día  mundial, también 45 años de la creación de la Ley de Población en México (con la que se creó el Consejo Nacional de Población [Conapo]) y los 25 años de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, en El Cairo (cuando por primera vez se centraron en las necesidades del individuo, para mejorar la calidad de vida para todas las personas).

En el marco de estas conmemoraciones, indicó la académica, hay muchos temas por resolver, para acrecentar el bienestar universal.

Llegan más migrantes al país
La migración no es más que la decisión de cambiar el lugar donde se vive habitualmente; independientemente de las razones, es un derecho que todo ser humano tiene, aunque en la práctica, quienes lo hacen para huir de un contexto de violencia o precariedad, muchas veces resultan violentados en sus garantías individuales, explica la investigadora.

“Lo que vemos ahora es un fenómeno de un flujo migratorio de personas de Honduras, El Salvador y Guatemala. No es algo novedoso, pero en Jalisco se hizo evidente porque comenzaron a tomar la ruta del Pacífico antes tomaban la tradicional, que era por el Golfo de México”.

Recordó que, debido al aumento de la violencia en los estados de la costa este, la nueva ruta que los migrantes consideran más segura es la que va del Estado México a Jalisco y luego por las entidades de Nayarit, Sinaloa y Sonora.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración, hasta julio de 2019, 460 mil migrantes que decidieron abandonar sus países en Centroamérica —que no cuentan con  documentos que “acrediten” su desplazamiento— han ingresado a México. Este número supera a los 138 mil 612 que se registraron en todo 2018; por lo que tan sólo en los últimos seis meses creció 231.86 por ciento la cantidad de migrantes en el territorio nacional.

Aunque estas cifras son oficiales, para el profesor del Departamento de Estudios Internacionales del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Luis Enrique González Araiza, es difícil conocer con precisión el número de personas que entran a México con el fin de cruzar llegar a Estados Unidos, pues existen asociaciones intergubernamentales y civiles que proporcionan con distintas cifras; esto lo declaró, durante una rueda de prensa a propósito de las personas que solicitan refugio en nuestro país, cifra que, por cierto, también ha aumentado de 2013 a la fecha; pues pasó de mil 296 solicitudes a 18 mil 365 (con corte en abril de 2019).

Con respecto a situaciones de violencia que el migrante puede enfrentar en Jalisco, Vargas Becerra señaló que no es mayor a la que éste ya ha vivido desde que salió de su país de origen. “El trayecto que hacen ya está minando su calidad de vida, que implica no dormir bien, no comer a sus horas, largas jornadas caminando; físicamente están agotados, mentalmente están afectados”.

Aún desigual, la cobertura de salud sexual y reproductiva
Uno de los puntos fundamentales que se tocaron en la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo —ocurrida hace 25 años— es el tema de la salud sexual y reproductiva, que proponía alcanzar una equidad de género.

“Una tarea pendiente en Jalisco, tiene que ver con la demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos. La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica demuestra que, en Jalisco, 10.6 por ciento de mujeres en edad reproductiva no tiene satisfecha sus necesidades de dichos métodos”.

Precisó que este es un tema pendiente, que tiene que ver incluso con el embarazo adolescente y que hace 25 años fue uno de los temas considerados en la política de población en México.

Según el Conapo, para 2019, Jalisco presenta 64.91 nacimientos por cada mil mujeres adolescentes; situación que forma parte de una tendencia a la baja, pues en 2010 había 77.1 nacimientos por cada mil y en 2018, 65.92

Sin previsión para el futuro
El incremento de adultos mayores de 65 años es otro tema pendiente y que se debe considerar con motivo del Día Mundial de la Población. Para 2050, habrán 1.5 millones de jaliscienses en esta condición, comentó la investigadora.

“Tenemos que ver cómo hacer para que la población actual de jóvenes tenga un trabajo bien remunerado, formal, con acceso a prestaciones, como fondos de ahorro para el retiro, que garantice que estas cortes juveniles tengan una pensión cuando sean mayores. Ahora a los adultos mayores se les da una pensión, pero es un monto pequeño que el gobierno puede apoyar a este sector que no es tan grande”.

De no lograr ahorrar para la vejez, indicó, esa población será vulnerable. Ahora las personas de la tercera edad están cobijados con los apoyos intergeneracionales por parte de sus hijos, que llegaron a ser cinco o seis; ahora, las familias tienden a ser más pequeñas, con alrededor de dos hijos.

“Va a pasar que no tendrán fondos de ahorro que les sea proporcionados y su cuidado no estará basado en el apoyo familiar como lo es ahora”.

Los verdugos de la salud
En Jalisco, hemos pasado de tener una esperanza de vida de 60 años  en 1970, a una de 75 años, en 2019. “En este año la esperanza de vida es de 78  para las mujeres jaliscienses y de 72  para los hombres; lo que muestra una brecha de 6.1 años más de vida para la población femenina, respecto a la masculina”, indica el informe Conapo.

Pese a ello, este aumento de edad trae consigo una serie de malestares que aquejan a un gran sector de la población.

“Estamos viviendo una transición demográfica que va acompañada de una transición epidemiológica, es decir, cambia el perfil de enfermedades. Cuando la población es joven abundan las enfermedades infecto-contagiosas (las más baratas de atender mediante vacunas, antibióticos, desinfección de alimentos), pero cuando hay más adultos mayores hay más enfermedades crónico-degenerativas”, detalló.

La diabetes —la primera causa de muerte en México—, hipertensión y distintos cánceres son enfermedades con las que las personas tienen que vivir un largo período de su vida; además de que son caras y que implican estrategias de control para mejorar la calidad de vida de los pacientes. “Ahora el reto es cómo hacer promoción de estilos de vida saludable en la población joven”, recalcó la investigadora del CUAltos.

Por otra parte, Vargas Becerra hizo hincapié en que actualmente se está frenando el crecimiento de esperanza de vida. “Esto ocurre por efecto de las muertes violentas. Todo el trabajo que se hace en el sector salud para combatir las enfermedades está frenándose por esta situación, que ya es otro tema a tratar”.

“No es que no supiéramos lo que íbamos a tener ahora. Estas proyecciones y prospectivas de población se hacen desde los años 60, pero el futuro nos alcanzó”.

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