Noticias del servicio de maternidad en el HC

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    El espacio de maternidad del hospital civil está clausurado a cal y canto. Los médicos que lo atendían están subutilizados. Prácticamente reciben su salario sin devengarlo.
    Tampoco hay enseñanza: ocioso es decirlo.
    ¿Por qué está en clausura? Por supuestos daños físicos producidos durante el último sismo.
    El inmueble aguantó el de 1972, que derribó la torre poniente del templo de La Merced, y el temible de 1985, cuando la catedral de la ciudad de México perdió la horizontal y fue nivelada con tecnologías mexicanas.
    Se dice, sin comprobar, que es más caro reparar el área de maternidad que construirla de nuevo y para ello proponen un edificio de tres niveles en la calle Tenerías.
    ¿Cómo funcionará el área en un hospital enorme, horizontal, donde no hay niveles superpuestos, lejos de la cocina, la lavandería, el arsenal…?
    La verdadera causa de dicha clausura es un problema humano que no quieren solucionar.
    El servicio de maternidad merece, en lo físico y en lo funcional, respeto a su integridad. Nació en 1897 como pináculo de una serie de educadores inmortales, entre ellos don Enrique Rebramen, maestro de don Aurelio Ortega. Surgió gracias a los esfuerzos de don Ramón Corona Madrigal y dos de sus compañeros de armas durante la Guerra de tres años y la de Intervención: don Fortunato Arce y don Perfecto G. Bustamante. Sin embargo, la muerte trágica del general Corona, le impidió ver la fundación del espacio.
    Don Antonio Arias y don Fausto Uribe fueron también impulsores de esa realidad, hoy en clausura.
    La maternidad de Belén llegó a efectuar, en la década de los 70 del siglo XX, más de 10 mil atenciones obstétricas, con estancias de 36 a 72 horas.
    Miles y miles de tapatíos iniciaron ahí sus vidas, decenas y decenas de médicos ganaron su experiencia en ese noble espacio.
    ¿Por qué si es irreparable, rondan rumores de que instalarán un servicio geriátrico en dicho espacio, etcétera, etcétera?
    ¿Por qué no enfrenta la autoridad el problema de sus servidores? ¿por qué sacrifican instalaciones que ya demostraron su eficacia?
    En la memoria de las madres el servicio de maternidad sigue presente. ¿Cuánto es gastado en subrogar atenciones obstétricas en el Hospital Guadalupano? ¿y en el “pseudo” Hospital de la Mujer?
    ¿Qué hay detrás de estos absurdos? Ningún funcionario con sentido común lo entendería.

    Carlos Ramírez Esparza,
    egresado de la Facultad de Medicina en 1947.

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