Nota roja indignante

    1655

    Tomé mi diccionario y busqué la palabra que más se adecuara a lo que siento al ver ese pedazo de papel reciclado. Esta era “repugnancia”. Para explicarme procedo a ubicar al lector en la siguiente desagradable suposición.
    Muerte de un ser querido, quizá el peor dolor que un ser humano puede sentir, agregado a esto que está se presente de una forma trágica, y aparte aparezca en la primera plana de un desagradable y sin escrúpulos material “periodístico”.
    Honestamente no comprendo cómo es posible que la morbosidad de la gente llegue a tanto, al comprar este tipo de seudoperiódicos, donde se muestra a una persona recién fallecida, con un título que se burla no sólo del difunto, sino de la conciencia de todas las personas que lo compran.
    “Quedó aplastado”, “Destrozado por metiche”, “En la cholla”, esto es lo que va gritando el vocero sin ningún remordimiento del material que está vendiendo. No quiero siquiera pensar qué circula por la mente del fotógrafo o del editor de ese tipo de periódicos, no sé en qué universidad les enseñaron a editar ese tipo de notas, o a tomar ese tipo de fotos.
    Quieren una idea de lo enferma que está la sociedad, vean las estadísticas que demuestran que este pedazo de papel es de los más vendidos en la ciudad, y luego nos preguntamos ¿por qué estamos como estamos? Indignación esa es la otra palabra que describe un poco lo que siento. Gracias.

    Artículo anteriorEstímulos Económicos para Estudiantes Sobresalientes
    Artículo siguienteCrónicas FIL 2009