Muestrario de letras zapotlenses

966

El libro Cartulario, de Fernando G. Castolo, es una recopilación de autores zapotlenses o que han escrito su obra en esta tierra, listado que abarca tres siglos y, además de los datos de cada escritor, aporta un ejemplo de su obra.

“Quisimos abarcar lo más que se pudiera, todo lo que encontramos lo insertamos en el documento, no nos fijamos si había buenas o malas aportaciones”, explicó Fernando G. Castolo, cronista de Zapotlán el Grande.

Una obra tan grande necesitó de mucho tiempo, años de búsqueda, pero también de encuentros casuales. El libro “es una continuación de una obra del doctor Vicente Preciado Zacarías, el cual lleva por nombre Florilegio poético a Zapotlán el Grande, fue una inspiración, nosotros comenzamos muy tímidamente a capturar ejemplos de literatura zapotlense que no fueron incluidos en este primer libro”, comenta Fernando G. Castolo.

“Vimos que había gente importante —agrega—, que en su esquema literario no había hecho aportaciones sobre Zapotlán el Grande, fue cuando le llamé a Ricardo Sigala, quien comenzó a ayudar en el aspecto de encontrar estos jóvenes creadores de la región que de alguna manera debemos considerar, cambiamos el esquema y ahora es que no importa que el tema no sea Zapotlán, sino que sea gente de Zapotlán, vecina o cuyos temas fueran inspirados en Zapotlán, pero forzosamente esa fue la regla y tuvieran obra publicada”.

Considera el autor de Cartulario que a lo mejor quedaron fuera varios escritores interesantes, pero fue porque no pudieron localizar obra de ellos ya publicada. “Cuando tuvimos la oportunidad de acoger la biblioteca —“Mauro Velasco”— en nuestra responsabilidad, encontramos con grata sorpresa a autores que no teníamos considerados, el caso concreto de Joaquín Ponce Valdovinos, que no sabíamos que hubiera escrito libro, y fue el último personaje que incluimos”.

Estos trabajos duraron años, pues “la investigación inicia cuando me tocó la responsabilidad del Archivo Histórico Municipal, y si bien es cierto nunca he sido un escritor literario, admiro mucho a quien lo hace, disfruto mucho sus lecturas, uno de los primeros libros a nivel local que tuve fue Recuerdos de la tía ruca, del padre Antonio Ochoa Mendoza, a través de esa lectura comenzó mi sensibilidad con gente que escribe literatura en Zapotlán”.

Destaca que hay mucha gente detrás de este trabajo, y que se ha intentado hacer desde hace varios por distintas personas, hasta el mismo Fernando G. Castolo hizo varios intentos previos: “Hace algunos años el doctor Vicente Preciado Zacarías buscó la forma para que el Cabildo apoyara una obra similar, la cual no se aprobó, así que cuando logré terminar el ejercicio se lo di a don Vicente, él es el verdadero culpable de que se publique esta obra”.

Zapotlán tiene una riqueza importante a nivel de literatura, desde las figuras más conocidas como Juan José Arreola, Guillermo Jiménez, Roberto Espinoza Guzmán, María Cristina Pérez Vizcaíno, Lupe Marín, y una larguísima lista que cada año crece más.

“Así lo hemos visto, por la importancia literaria que tenemos, eso es lo que más se alentó en este libro, que es un grito desde el sur de Jalisco, de decirle a Jalisco en general que aquí estamos, que aquí hay una presencia importante en la tradición de las letras, somos parte de ese mosaico de letras jaliscienses, y que no es posible que se pondere que Jalisco es nada más lo que se hace en Guadalajara, para que volteen hacía la provincia jalisciense, que todos nosotros somos también enriquecedores de esta aportación que Jalisco le ha dado a México y al mundo”.

Artículo anteriorInforme sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública Definitivo 2017
Artículo siguientePreparatorias de la UdeG sinónimo de calidad