Mónica Bravo Anaya

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El fuerte compromiso con su campo de estudio y la calidad de sus proyectos de investigación son méritos que llevaron a Lourdes Mónica Bravo Anaya, egresada del Doctorado en Ciencias en Ingeniería Química del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), a ser seleccionada para participar en la 67th Lindau Nobel Laureate Meeting, que estará dedicada al campo de la Química.

En la reunión que se desarrollará en Lindau, Alemania, del 25 al 30 de junio de este año, participarán entre 30 y 40 premios Nobel, quienes estarán en contacto con 400 jóvenes estudiantes universitarios de doctorado e investigadores posdoctorales provenientes de 76 países.

Por parte de México sólo asistirán diez investigadores, quienes fueron seleccionados, en una primera etapa, por la Academia Mexicana de Ciencias, y finalmente por el comité organizador de la Lindau Nobel Laureate Meeting.

Actualmente, Mónica Bravo Anaya desarrolla un posdoctorado en el Laboratorio de Química de Polímeros Orgánicos (LCPO), de la Universidad de Bordeaux, Francia, donde  realiza una investigación que podría generar beneficios en el campo de la salud, específicamente en tratamientos contra el cáncer mediante enfoques genéticos específicos, desarrollando una nueva generación de nanopartículas para el transporte y liberación de ácidos nucleicos.

¿Cuáles son tus expectativas sobre la participación en esta reunión?
Primero, es una gran oportunidad de conocer a todos esos personajes que han contribuido en la ciencia en el mundo entero, y de esta magnitud. Conozco algunos de los galardonados con el Premio Nobel y considero que son personas extraordinarias por las aportaciones que hacen al avance científico, que de alguna manera son para el bienestar del mundo.

¿Cuáles serán las actividades que se desarrollarán en la reunión?
Se llevan a cabo diferentes sesiones, que son presididas por los premios Nobel, luego se abren foros de discusión. También se abre la posibilidad para los jóvenes científicos de participar presentando sus trabajos de investigación, y puedan recibir comentarios. Además de una serie de presentaciones en cartel. Se organizan desayunos científicos, en los que uno tiene la oportunidad de hablar con los galardonados.

También habrá un evento llamado International day, que será organizado este año por la Academia Mexicana de Ciencias.

¿Qué significa para tu trayectoria esta participación en Lindau?
Fue un gran honor que me hayan elegido, pero sobre todo es una gran responsabilidad, porque voy representando a la sociedad científica mexicana, por lo que me interesa cubrir las expectativas de los que me seleccionaron y las mías, entre ellas, es poder entablar discusiones científicas con los galardonadas, conocer sus puntos de vista y tener la posibilidad, también, de compartir experiencias con los otros jóvenes asistentes, generar nuevos lazos y establecer posibles colaboraciones.

¿Cómo percibes el panorama en México para los jóvenes que quieren ser científicos?
Personalmente he recibido mucho apoyo de la institución, de la UdeG, estoy muy agradecida, también he recibido apoyo del Conacyt, pero cada vez veo que es más complicado acceder a una beca.

¿Qué piensas sobre la creciente incursión de las mujeres en las llamadas ciencias duras?
Lo que yo creo es que ahora las mujeres ya no tienen miedo de estudiar en una ingeniería, o en carreras que eran vistas como sólo para hombres, creo que eso va cambiando, pero hay que darle más impulso. Cuando analizas generaciones previas te das cuenta que la mayoría son hombres, pero son otras generaciones, así que esperaría que con el paso de los años esto se vaya equilibrando.

¿Qué dirías a los jóvenes que están dedicados actualmente a la investigación?
Que se sigan motivando a los investigadores aquí en México a seguir trabajando para contribuir en el área científica, que sepan que todo es posible, y que lo que se hace aquí tiene un buen nivel, comparado con lo que se hace a nivel internacional.

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