En el análisis del conflicto internacional, que actualmente atañe a Corea del Norte, Estados Unidos y Corea del Sur, el doctor Arturo Santa Cruz, director del Centro de Estudios de América del Norte, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y humanidades, coincide con otros analistas en que esta situación no tendrá grandes repercusiones en el mundo.
Explicó que este tipo de conflictos son ya casi una tradición histórica por parte de Corea del Norte en el que hacen amenazas para tratar de obtener algunas concesiones de tipo alimentarias o energéticas, sectores muy necesitados de aquel país.
“Es ya casi tradiciónque cada cierto tiempo hace amenazas y ruido con respecto a su armamento nuclear que está desarrollando, el cual no acaba de desarrollar y que está haciendo en violación a un pacto antinuclear que firmó hace dos décadas ya”.
Sin embargo, el investigador universitario detalló algunas particularidades que diferencian este conflicto a los anteriores, empezando por el máximo mandatario de aquel país Kim Jong Un, del que dijo está buscando consolidar sus bases internas.
“Se le suma a este conflicto una cuestión peculiar que no es propia de esta regularidad y es que tienen a un nuevo dictador, entonces lo veo más por el sentido de que está queriendo fortalecer sus bases internas, con los militares”.
No obstante del discurso de Kim Jong Un, Arturo Santa Cruz insistió en que se trata de un conflicto de días en el que Estados Unidos hará un papel como en otras ocasiones de tratar de entablar algún tipo de negociación con Corea del Norte, para hacer que se ciña al pacto de no proliferación nuclear de este país, y luego, en la medida en que Corea del Norte hace concesiones, ofrecerle algunos premios en términos de ayuda económica, alimenticia.
Otra característica particular del conflicto entre las dos Coreas, fue el cierre del complejo Kaesong que deja importantes beneficios económicos a Corea del Norte, un país con un producto interno bruto 16 veces menor a su vecino del sur.
“En esta ocasión por primera vez fueron capaces de ir tan lejos en sus amenazas y en los costos, que hasta fueron capaces de cerrar este complejo. Hay que tener en cuenta que Corea del Norte es un país muy pobre”.
Hasta el cierre de esta edición el tono de los discursos había subido de tono al darse a conocer por parte de la inteligencia militar estadounidense que el régimen de Pyongyang podría tener la capacidad de ensamblar bombas atómicas en sus misiles nucleares.
“La retórica es siempre más fuerte, ha subido de tono, pero de eso no va a pasar. Mientras menos conocimiento se tiene, más peligroso suena. La vida sigue, el hecho de que quienes serían los más afectados (habitantes de Corea del Sur), no entren en pánico pues es un indicador”.
