Mercado negro de datos

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Información del padrón electoral, del Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Celular (Renaut), listados de licencias de conducir y hasta de vehículos con todo y nombres del propietario, circulan de manera clandestina en el mercado negro, para ser usados con fines comerciales, o en el peor de los casos, para cometer ilícitos.

De acuerdo con una nota del diario El Universal, publicada el 19 de abril de 2013, la base de datos del padrón electoral estaba a la venta por 153 mil pesos en el barrio de Tepito.

Martínez Rojas admite que existe ese tráfico clandestino y que la tecnología vulnera aún más la protección de datos personales.

“Sí se han detectado casos de esto que denominas mercado negro. Tener bases de datos y armarlas es lícito, pero si no respetas las reglas del juego se te puede empezar un procedimiento. El IFAI tiene facultades de investigación”.

Recuerda que en 2011 el IFAI recibió denuncias por la venta de bases de datos, ofrecidas en correos electrónicos enviados desde Argentina y Reino Unido. El instituto presentó denuncia penal ante la PGR. Otra investigación surgió a partir de un desplegado aparecido en un diario de circulación nacional en el que ofrecían datos, como número de credencial del IFE, Curp o domicilios.

Alfonso Oñate Laborde, secretario de Protección de Datos Personales del IFAI, argumenta que cuando se dan este tipo de casos, contactan a las empresas para que les informen si hubo alguna vulneración en sus bases de datos, que es una de las posibilidades por las cuales pudo haber llegado al mercado ilícito esa información.

“Los datos ilícitos salieron de algún lado y el primero que nos tiene que ayudar a saber cómo llegaron esos datos al mercado es aquel al que se los dio el ciudadano. (…) Es difícil que podamos saber dónde están nuestros datos, a menos que los que los tienen en su resguardo les den el cuidado debido”.

Sostiene Oñate que la autoridad no puede sola y que es fundamental la conciencia de los ciudadanos, y exigir que aquellos que están recabando datos adopten medidas de seguridad para que la información esté a buen resguardo.

Sobre el mercado negro de información, el académico Rubén Jaime Flores Medina afirma: “Se sabe que el padrón electoral es usufructuado incluso por extranjeros. Datos sensibles, como el nombre, edad y domicilio… son usados sin nuestro consentimiento, cuando bien nos va, para ofrecer bienes y servicios, pero en el peor de los casos para chantajes y extorsiones. Nuestros datos están circulando por todo el mundo”.

Otra alcantarilla por donde se derraman datos personales es internet: “Los jóvenes incurren en muchas prácticas de riesgo al revelar, en las redes sociales, de manera irresponsable sus datos sensibles e incluso sus hábitos y lugares que frecuentan, lo cual los hace vulnerables. Los jóvenes deben comprender que las redes sociales deben ser manejadas con responsabilidad, pues son como una pistola cargada. En Twitter y Facebook, si no se tiene cuidado, los datos están a disponibilidad de los caza información, que les sacan provecho comercial o ilegal”.

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