Más ajustes al gasto en ciencia y tecnología

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Los avances en la investigación en ciencia y tecnología contribuyen a mejorar las condiciones de vida, añaden valor a la actividad económica y pueden convertirse en el catalizador para el progreso socioeconómico de cualquier país. Para ello es necesario realizar una inversión sostenida en el sector, no obstante, esta opción no es aprovechada como detonador de desarrollo en México.

A pesar de la importancia que representa la investigación en México, para 2017 la inversión se verá afectada al reducirse el gasto programable del paquete económico en 239 mil 700 millones de pesos.

Una de las partidas severamente recortada es la correspondiente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que reducirá su presupuesto en un 10 por ciento y, aunque el titular de la dependencia Enrique Cabrero Mendoza ya ha señalado que seguirán adelante con la agenda programada, la realidad es que será complicado que dicho organismo apoye la creación de nuevas instituciones de investigación, invierta en la formación de capital humano o financie la generación de conocimiento.

Además, seguramente habrá una desaceleración en los programas vigentes, lo cual situará a México en desventaja con respecto a otros países, incluso de economías similares a la nuestra, como son Brasil, Chile o Argentina.

Este año hubo un “ajuste preventivo” anunciado como necesario por factores externos que afectaron a la economía mexicana, entre ellos la devaluación del peso frente al dólar y la caída del precio del petróleo.

En ese momento, a Conacyt le correspondió una reducción de 900 millones de pesos, con impacto en cuatro programas presupuestarios: Becas de Posgrado y Apoyos a la Calidad, Apoyos para Actividades Científicas, Tecnológicas y de Innovación, Fortalecimiento de la Infraestructura Científica y Tecnológica y el Fondo Regional de las Capacidades Científicas, Tecnológicas y de Innovación.

Evidentemente, esta situación deja a México cada vez más lejos de alcanzar el anhelado uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en inversión para la investigación. En el Informe de la UNESCO sobre la ciencia, hacia 2030 —que se presentó este año—, se señala que la inversión del gobierno mexicano pasó de 0.20  por ciento del PIB en 2005 a 0.38 en 2013, lo que significa un progreso del 30 por ciento, insuficiente para las necesidades del país. El informe menciona que entre los países que más recursos destinan a ciencia y tecnología se encuentran Estados Unidos y China, y la realidad es que México sigue siendo un país en donde el tema de ciencia y tecnología no se ve como una prioridad, a pesar de los avances en los últimos años.

El citado informe de la Unesco brinda una visión de lo ocurrido en el periodo de 2009 a 2014. Durante este tiempo se menciona que el número de investigadores mexicanos aumentó en un 20 por ciento, es decir, hay cerca de 46 mil investigadores, pero sólo representan 0.6 por ciento de profesionales en todo el territorio nacional. El informe no revisa los dos últimos años, pero da una idea hacia donde camina México, sin embargo, con los últimos “ajustes al gasto” no parece que vaya haber un cambio de rumbo significativo.

La realidad es que el panorama para ciencia y tecnología en el país no es nada alentador, las políticas emprendidas en este sexenio no reflejan resultados tangibles, valdría la pena repensar si reducir los recursos a esta área de verdad es una opción adecuada para el desarrollo de México.

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