Ya son 39 años los que ha dedicado Martha Lara al deporte, primero como entrenadora de gimnasia y desde 1999 en clavados. Por las enseñanzas de la hoy coordinadora de la Escuela de Clavados de la UdeG, han pasado atletas que hoy no sólo destacan en el plano nacional, sino en el internacional, ya que algunos de ellos han ganado preseas en los Juegos Olímpicos.
Háblenos de su trayectoria deportiva
Como entrenadora de gimnasia me tocó entrenar a Brenda Magaña, Jashia Luna, quien después se cambió a clavados. Fue Jesús Mena, quien era vicepresidente de clavados, el que me invitó a ser parte del staff de entrenadores infantiles y juveniles en el Comité Olímpico Mexicano, con la selección nacional infantil y juvenil en 1999. Ahí empiezo con una generación en la que estaban Rommel Pacheco, Laura Sánchez, Paola Espinoza, Yahel Castillo y Tatiana Ortiz. Junto con Francisco Rueda entrenábamos a este equipo. Yo era entrenadora de gimnasia y aprendo a ser de clavados. Ese equipo fue campeón mundial juvenil en Brasil y cuando Rommel y Paola tenían 15 años, fueron los campeones mundiales juveniles.
¿Cuándo inicia sus trabajos en Guadalajara?
En 2001 me invita el actual director del Code Jalisco, André Marx, que entonces era director de alto rendimiento, a sumarme al equipo de clavados. Empezamos con un equipo que era el lugar 14 a nivel nacional, y en 2005 nos ubicamos por primera vez como la potencia de clavados, que seguimos siendo actualmente. Ese año ganamos la Olimpiada Nacional Infantil Juvenil. En esa generación estaban Iván García y Germán Sánchez, que llegaron al Code en 2002. Me tocó entrenarlos —soy una entrenadora para quien la disciplina es lo básico, porque si no existe no puedes tener resultados— y estuve algunos años entrenándolos, y en 2006 por una operación pasan a manos de Iván Bautista.
¿Qué representa ver triunfar a los atletas que pasaron por sus enseñanzas?
Mucho orgullo, porque sé que las bases que tienen todos ellos son mis bases. A mí me mandaron la Universidad y el Comité Olímpico Mexicano a estudiar en Europa. Durante cuatro años estuve en los mejores equipos de gimnasia de Rusia, Bulgaria, Polonia y ahí aprendí las bases más importantes, que son las mismas que he estado dando a los clavadistas y gimnastas. Son 10 clavadistas y gimnastas que han estado en Juegos Olímpicos y cinco de ellos medallistas olímpicos.
¿Cuál ha sido la clave para que Jalisco sea un referente en esta materia?
Creo que, en un inicio, empezar con buena técnica. Las bases son la parte más importante y la precisión de la técnica rusa de gimnasia, que es la que ellos han tenido como base en clavados.
¿Cuál es el futuro para esta disciplina?
Tenemos presente y futuro: presente, porque algunos de los actuales pueden continuar, y futuro porque hay otras generaciones. En el caso del equipo de la UdeG, salió el actual campeón nacional juvenil, que es Adrián Bermeo y con 15 años tiene mucha expectativa. Otra es Natalia Bedoya, subcampeona panamericana, quien además es selección Jalisco y nacional.
¿Qué planes hay para la escuela de clavados?
Tenemos cerca de 40 niños. Nos prestan las instalaciones del Code metropolitano. Estamos apoyados por ellos y autoridades universitarias. Este equipo puede fortalecerse más. Desgraciadamente a algunos de nuestros clavadistas les llama Iván Bautista para que se vayan con él a entrenar y dejan de pertenecer a UdeG, pero pertenecen al estado e incluso a la selección nacional. Ahora con la Alberca Olímpica remodelada continuaremos con el proyecto. Ahí están los más pequeños y principiantes, y después pasan a avanzados a los entrenamientos en el Code.
