Mariel Cabo

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    México es el primer país que conoce, luego de su natal Argentina. Más en concreto, Guadalajara. Llegó apenas el primero de febrero y ya se quiere ir. Vino al Departamento de Música para mejorar su estilo en el piano, pero dejó en el sur de América a su esposo y dos hijas.
    Se animó a venir a Guadalajara luego de tener algunas clases con el pianista Juan Qui Vega, profesor de la UdeG, quien viajó a Argentina el año pasado para impartir algunos cursos en la Universidad del Litoral, en Santa Fe.
    Cuando eligió venir a Guadalajara, ya vencía la temporada de inscripciones para lograr alguna beca: “Que en realidad no son becas. Son ficticias, sin apoyo económico. Me dieron lo equivalente a nada. Yo he pagado todo. Fue difícil y sigue siéndolo, hasta que vuelva”.
    Mariel dice que la ciudad tapatía “es brava”. “Vengo de una ciudad muy pequeña. No necesitamos tantos camiones. El trabajo te queda a una cuadra, la escuela a media cuadra, por lo mismo le damos más valor a la familia”.
    Vuela de regreso a Argentina el 16 de junio, aunque su beca termina el 31. Ya le urge ver a sus hijas. Todos los días chatea con ellas por internet. “Por ellas hice este viaje, esperando que algún día ellas hagan lo mismo”.

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