Marcha por la diversidad

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La palabra mujer está formada por cinco letras, cada una con un sonido distinto así de diferentes son: Andrea Covarrubias, Paulina Flores, Karina Velasco, Yuliana Paredes y Gabriela Alonso, integrantes del Colectivo Lésbico Universitario de la Universidad de Guadalajara, la primera organización estudiantil de su tipo en esta casa de estudios.
Este colectivo surgió el 8 de marzo del 2010 en el Centro Universitario de Ciencias Sociales Humanidades CUCSH. Primero se formó la Red Universitaria de la Diversidad Sexual que preside Eduardo Rodriguez, él motivó a Karina Velasco, estudiante de la carrera de derecho, a integrar un colectivo donde participaran activamente estudiantes lesbianas y aquellas mujeres que se sumaran a la lucha de reivindicación de los derechos feministas, explica Karina, presidenta del Colectivo.
Paulina Flores, estudiante de Filosofía y Letras, durante las manifestaciones grita con fuerza: “Las universidades no necesitan armarios”. Cree que “es importante el colectivo universitario porque estamos en una universidad pública, de aquí es donde salen los profesionistas, de aquí saldrán los historiadores, los políticos, los abogados, de aquí salen porque es el CUCSH, es humanidades, aquí nacen los luchadores sociales y la gente que van a conducir el estado y el país, tiene relevancia que aquí nos pronunciemos como mujeres lesbianas”.
A un costado del Auditorio Salvador Allende, estas universitarias cuentan sobre su lucha. Andrea Covarrubias, estudia la licenciatura en Comunicación Pública, lleva en uno de sus pulgares un anillo plateado, es un símbolo que la población lésbica utiliza para identificarse, al significado le suma su cariño a la Universidad porque lleva tres letras: UdG.
La estudiante insiste que este colectivo se centra en el derecho a la igualdad y la no discriminación por las preferencias sexuales. Para ella y las demás les queda claro que “somos iguales. Este movimiento es lésbico para darle la voz a las mujeres en una sociedad como Guadalajara, religiosa, machista y cerrada. Aunque hay movimientos homosexuales, no hay un movimiento de chavas para chavas donde pudieras expresarte, no teníamos esa voz”.
Gabriela se sumó a este colectivo porque “vale la pena salir del closet, estar trabajando y ayudar a otras chicas para que vean que la vida no es tan frustrante como no la pintan”. Advierte que “no solamente son gays sino también lesbianas y es necesario visibilizarnos”.
Las redes sociales han servido para que este colectivo tenga más integrantes como estudiantes de otros centros universitarios, principalmente de la licenciatura de psicología, además se han integrado estudiantes de universidades privadas donde difícilmente puedan vivir su sexualidad abiertamente y asociarse para manifestarse.
No todas las mujeres del colectivo son lesbianas, también hay quienes se solidarizan con el movimiento desde una perspectiva feminista como Yuliana, quien respeta y reconoce susderechos. Es heterosexual pero su preferencia no la hace indiferente.
Por el día de la mujer, se manifestarán el 5 de marzo, a las 17 horas. El contingente saldrá de la Rectoría de la UdeG. Partir de ahí es porque “es necesario decir, somos universitarias y salimos de nuestra casa. ¿Cuál es nuestra casa? Rectoría” explica Karina.
La ruta seguirá por Hidalgo hasta llegar a Plaza Guadalajara, donde habrá un mitin para dar su posición sobre la criminalización del aborto y la violencia de género.
Estas universitarias saldrán a las calles a demostrar que la diversidad existe y debe ser respetada. En la explanada de esta casa de estudios y por las calles se escucharán con fuerza estas consignas: ¡Yo soy lesbiana no se metan en mi cama sí, somos pecadoras porque somos trasgresoras! ¡Fuera sotanas de nuestras camas, fuera rosarios de nuestros ovarios! ¡Prestaciones sociales a lesbianas y homosexuales! Y ¡Si Sor Juana viviera con nosotras combatiera!

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