Maldita Juliette Mafi. Querida Juliette Mafi.

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Maldita Juliette Mafi.

Querida Juliette Mafi.

 

Uno apenas es una cosa cierta
que se deja vivir, morir apenas,
y olvida cada instante, de tal modo
que cada instante, nuevo, lo sorprenda.
Jaime Sabines

 

A lo mucho son dos, quizás tres las palabras necesarias para narrar una historia, las demás, carecen de importancia. La ausencia se traduce al frívolo recuerdo cuando no se tienen las agallas para vencer al miedo, los deseos sin anestesia apañan la verdad y terminan por ensañarse con la silueta del perdón. Ayer por la tarde vi pasar a más de una Juliette por la acera húmeda, musitando con la mirada frases de auxilio que no me atrevía a descifrar.

Anoche en mi habitación, en la asfixia de 1 ventana, 4 paredes, 1.5 metros cuadrados y veintisiete letras de un alfabeto que apenas  si se pronunciar, te bendije dos veces y te maldije otras cuatro en mitad de la embriaguez y la alucinación que producen estas letras caprichosas.

Juliette Mafi. El arma más letal que puede poseer el ser humano no es la piel, es la palabra, una vez que las dejamos salir por la boca o las manos, perdemos total control sobre ella y se desenvuelven por todos lados adhiriéndose a las paredes y filtrándose por los techos al igual que la humedad, con la tentativa de herir a alguien. Ahora que te escribo por ejemplo, siento que fuera un asesino.

Juliette. A lo mucho son dos, quizás tres las palabras necesarias para contar una vida, las demás carecen de importancia, los logros  y los fracasos, la valentía y los temores, los años conjugados con el paso de tiempo, se resumen en dos fechas la primera del nacimiento, la segunda de la muerte.

Por una noche tú pánico fue mi pánico y tu desesperación mi desesperación, y en un intento desesperado por quererte herir, te escribo esta carta.

Pero pese a todo, tu mundo no es muy distinto al mío, aquí también los arboles han comenzado a padecer de enfermedades terminales y el mundo ya ha comenzado a enfermar de muerte sin que nos demos cuenta, incluso me atrevería decir que los Warner ya han comenzado a superar a los Adams en población, solo que aquí los nombres de estos últimos son opacados por un esquelético “anonimato”.

No te imaginas la cantidad de personas que aun anhelan  también que un pájaro blanco pase volando por su casa, pero esto pocas veces llega a suceder y es entonces cuando no les queda más que reprimir su llanto y dejar de mirar hacia arriba. Sin embargo, la personas aún creen que existe un arma letal capaz de vencer a esta especie de restablecimiento político y social, y este no es encontrado en fenómenos de circo en individuos  con capacidades únicas, si no en las cuatro letras que embalsaman el amor, pero al igual que tú, nos vemos obligados a vivir en la incertidumbre de si podremos ganar esta guerra, o mejor aún si estaremos vivos para pelear por esta causa.

Una de las cuestiones que está en nuestra contra, es que parece que la sociedad, ha comenzado a emprender una fase de animalización, como si la evolución nos haya jugado una mala broma. Las arrugas que antes formaban muecas de admiración en los rostros de las personas ya han comenzado a desaparecer cuando se nos presenta un cadáver en frente o cuando en los noticieros lo único que vemos son ríos de sangre, manifestaciones reprimidas por medio de la violencia, reformas poco benefactoras, fraudes electorales y un sinfín de situaciones que atenúan nuestra percepción del mundo y nuestra forma de vivir.

De verdad espero que nuestro mundo pueda superar esta crisis que nos acerca cada día más  a la vida subterránea y a comidas de “automat”. Ahora solo la cuestión radica en si verdaderamente nuestra piel es lo suficientemente mortífera como para vencer al miedo, y nuestras esperanzas lo suficientemente diáfanas para seguir buscando nuestra ave blanca.

Autor: Irving Josephat Montes Espinoza.
Estudiante de la Preparatoria Regional de Tecolotlán de la Universidad de
Guadalajara
Pseudónimo: Jean Valjean
Carta ganadora del Primer Lugar en el concurso Cartas a Tahereh Mafi, organizado por el Sistema de Educación Media Superior de la Universidad de Guadalajara y el Fondo de Cultura Económica.

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