Luchadores solitarios

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Uno de los grandes escaparates de proyección profesional para todos los músicos son los concursos, porque éstos les dan la oportunidad de medirse contra personas de su mismo o mayor nivel de ejecución. Esto, a la vez, enriquece sus conocimientos interpretativos al compartir experiencias musicales con otros, y también ayuda a generar el valioso fogueo en los escenarios, indispensable para el temple y seguridad de estos artistas.

Así es que cobra relevancia el Primer Concurso Nacional de Piano que organiza la Universidad de Guadalajara, y que en los días 13, 14 y 15 de enero llevará a cabo su segunda eliminatoria y final.
La convocatoria nacería un año atrás, y durante todo el 2015 se hicieron los preparativos necesarios, así como lanzar la convocatoria y realizar la primera fase eliminatoria en octubre pasado. Entonces se inscribirían cuarenta y seis personas de quince entidades del país, y las audiciones se hicieron mediante videograbaciones.

Para la segunda etapa de eliminación, a concretarse en este mes y que es de carácter presencial, quedaron 24 semifinalistas que competirán en el Teatro Degollado, a partir de las 9:00 horas, los días 13 y 14, y la premiación y concierto con los ganadores de los tres primeros lugares se efectuará en el Paraninfo Enrique Díaz de León el día 15. En ambos casos, la entrada será libre para el público asistente.
De los participantes, cuatro pertenecen al propio Departamento de Música de la UdeG y uno de ellos logró pasar a la segunda fase.

El jefe del Departamento de Música del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), Sergio Medina Zacarías, señaló la importancia del evento en la ciudad, ya que “en el campo del piano son realmente pocos los concursos en el país, a diferencia de otras áreas como la guitarra, por lo que le dan una relevancia especial”.

La profesora de piano de dicho departamento, Marita Zimmer, destacó que aunque antes ya se había convocado internamente para dos concursos, éste era importante porque “es la primera vez que se realiza no sólo a escala estatal, sino también nacional, y ha habido muy buena respuesta”. Y se siente confiada en que la convocatoria se repita cada año, y que se instale el concurso como algo importante nacionalmente en el ambiente de los pianistas.

El primer lugar se hará acreedor a una medalla, veinte mil pesos y un piano de estudio Klavier. El segundo lugar, una medalla y quince mil pesos, y el tercero una medalla y 10 mil pesos. Adicionalmente a estos premios dispuestos en la convocatoria, Medina Zacarías anunció que el director de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro ofreció al ganador del primer lugar la posibilidad de tocar un concierto como solista con esa agrupación en fecha por acordar.

Los jurados de la primera etapa del concurso fueron los pianistas Rebeca Lluveras (Cuba), María Teresa Frenk (México) y Pierre Arnaud le Guérinel (Francia). En la segunda etapa los jurados serán los pianistas Eliane Reyes (Bélgica), Manuel Delaflor (México) y Józef Olechowski (Polonia-México).

Medina Zacarías señaló que los participantes en general “son pianistas muy fuertes y jóvenes” —el límite de edad son treinta años—, y algunos de ellos ya han obtenido premios internacionales, por lo que asegura que “se está haciendo un concurso al más alto nivel nacional”.

En cuanto al nivel de los alumnos de la UdeG, Zimmer dijo que “están totalmente preparados, y que hay disposición de crecer”. También dijo que en la escuela “sí se fomenta que puedan conectarse con el medio” dando recitales en algunos foros dentro o fuera de la ciudad, “porque los pianistas como solistas son como luchadores solitarios”. Y así “tiene sentido el concurso, por el lado de la competencia, pero también por el lado de la convivencia, y para crear proyectos futuros”.

Respecto a estos loables intereses, el director de la División de Artes y Humanidades del CUAAD, Jorge Enrique Zambrano Ambrosio, dijo que “la principal intención del concurso es crear una plataforma para que nuestros estudiantes puedan ver en qué punto se encuentran, y como autoridades académicas y administrativas también podemos darnos cuenta de en qué sitio estamos realmente”. Pero lamentó que el concurso se hiciera sin la aprobación de la academia de piano, “lo tuvimos que sacar las autoridades, con la oposición interna de algunos profesores, básicamente por temor, porque es más cómodo competir entre nosotros, mirarnos el ombligo, y el entusiasmo muy claro de otros. Quiero que esto sea público porque es motivo de preocupación institucional, saber en qué lugar están los alumnos, y tomar acciones si no estamos en el lugar que deseamos”.

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