Los rayones de Frankenstein

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Lleva una calaca boca abajo en el pecho, una gorra negra decorada con fuego, usa un arete de argolla, prende un cigarrillo y dice que está listo para festejar sus 50 años de vida.
Lo veo y me parece mucho más joven que el medio siglo que tendrá en octubre, tal vez las dosis de rock y ser pintor las 24 horas lo mantienen con mucha savia.
El famoso José Fors, con una voz de repercusión, dice nunca haber dejado los pinceles, y que durante el último año y medio reunió 63 obras pictóricas que se exponen en Casa Vallarta, luego piensa llevarlas al ex Convento de Carmen para festejar su cumpleaños.
Con una sonrisa de recuerdo, asegura que era el quinto hijo de seis hermanos, y para que lo pelaran en su casa comenzó a dibujar mientras escuchaba música.
“Mi vida no ha cambiado en lo absoluto, desde que me acuerdo estoy dibujando, escuchando música y apasionado con los monstruos de Hollywood, como el Hombre Lobo y Frankenstein”.
Pero su pintura sí ha cambiado: Fors era un pintor figurativo y ahora afirma que ha dejado el volumen, ha quitado elementos para que sus creaciones no sean tan narrativas. “Lo que más me interesa es hablar en términos plásticos, ya no me interesa que digan de mi obra: ‘¡Ah, mira, es una cabeza triste que tiene un clavo en la frente!’ y que el espectador pueda platicar todo el cuadro.
”El proceso de cambio lo logré a través de dejar el dibujo barroco, quité elementos para trabajar con lo mínimo posible y en la búsqueda de un trabajo minimal llegué a Oriente. Fui a exponer a Japón y les dije que ellos nos han enseñado que menos es más, lo vemos en todas sus expresiones: con pocos elementos logran formas exquisitas. Mi primer maestro fue Miguel íngel y ahora mis maestros son los de la caligrafía oriental.
”Quité elementos como el volumen, pero sigo con el dinamismo de la línea, que le agradezco a mi maestro Roberto Martínez, quien me hacía dibujar la figura humana en uno o dos minutos de manera muy suelta y rápida. Por ello sigo rayoneando y rellenado, porque en eso está la expresión y el dibujo, no podría irme a cosas muy planas, quirúrgicas y limpiecitas. Siempre voy a necesitar expresarme a base de rayones”.

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