Los pros y contra de legalizar la marihuana

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Mientras en la Unión Americana cada vez más algunos estados optan por legalizar el uso de la marihuana, principalmente con fines terapéuticos y medicinales, en México tenemos una estrategia errónea de guerra al narcotráfico, que nos ha dejado violencia, sangre, terceros perjudicados y miles de desaparecidos, sin que sea resuelto el problema.
Investigadores en políticas internacionales, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, coinciden en señalar como un fracaso del presidente Felipe Calderón Hinojosa, su declarada “guerra al narcotráfico”, que arrancó casi a la par de su sexenio.
El doctor Dante Jaime Haro Reyes, profesor investigador del Departamento de Estudios Jurídicos, señaló que en medio del debate por la reciente aprobación de la legalización del uso de la marihuana en dos estados más del país vecino, es preciso que el nuestro cambie el paradigma de la estrategia actual de las políticas públicas en materia de seguridad y específicamente en la estrategia de la guerra contra el narco.
“No se logró resolver el problema. Es cierto que lograron detener algunos capos, pero sólo provocaron la llegada de otros, generando más violencia y una serie de males, que según se habla, al cierre de sexenio alcanzará entre 80 mil y 100 mil muertos, 300 mil desplazados, muchísimos más desaparecidos, una impresionante inseguridad, y un Estado de derecho complicado”.
El especialista se pronunció por cambiar los modelos existentes y abrir el debate para empezar a analizar desde un punto de vista serio, qué políticas públicas se pueden alcanzar no solo en México, sino en Latinoamérica para solucionar el problema.
“En Estados Unidos el tema de las drogas es un tema de salud pública; en México, un tema de delincuencia, de inseguridad, y ese cambio que se está dando tiene que propiciar en México el cambio de paradigma. Ver el uso de las drogas no como un problema de policías y delincuentes, si no como un problema de salud pública, un problema de adicción y sobre todo un problema de educación”, subrayó Haro Reyes.
Agregó que entidades en materia hacendaria y control sanitario, deberían regular y estar al tanto de la producción y distribución de marihuana. Esto propiciaría un mejor control y dividendos para el Estado, ya que hasta ahora todas las ganancias van a dar al crimen organizado.
El especialista admitió que políticamente el tema no es rentable para el próximo presidente de México, Enrique Peña Nieto. No obstante, mencionó que son programas de medio y largo alcance. Mediáticamente la parte que tiene que ver con la oposición, lo atacaría.
Sin embargo, en estrategias tendrá que pasar la estafeta a las instituciones, al Congreso, a las universidades, a las ONG’s, y a especialistas, para que se abra un debate y al final le entreguen resultados. “Debe tener un balance certero de lo que está pasando y para eso requiere un diagnóstico a fin de concretar sus políticas públicas”.
Francisco Jiménez Reynoso, integrante de la División de Estudios Jurídicos, criticó que el presidente Felipe Calderón se muestre sorprendido con la legalización ya mencionada. “Tiene una gran miopía, en virtud de que no se había dado cuenta que en Estados Unidos han manejado el asunto del tráfico de droga y el consumo de una manera diferente a como a él le han hecho creer”.
Dijo que la legalización puede ser un punto de partida de la tendencia global o continental para desactivar la economía del negocio del narcotráfico, pero es preciso recordar que hay una ramificación del crimen organizado muy poderosa. No únicamente se trata del tráfico y venta de drogas, sino que en nuestro país están arraigados otros conceptos del crimen organizado, de alguna manera “institucionalizados”.
Opinó que se requiere hacer un replanteamiento político entre México y Estados Unidos, sobre todo para discutir cómo se enfrentará el combate al narcotráfico, en el que hasta ahora han trabajado juntos.
En este contexto, destacó la importancia de que el presidente entrante asuma una actitud diferente a la que ha tenido hasta el momento Felipe Calderón.
“Enrique Peña Nieto deberá homologar criterios a nivel continental, no solamente con Estados Unidos, sino ver lo que sucede en Latinoamérica, en países como Colombia, Perú, etcétera, de alguna u otra manera generan droga; deben homologarse criterios a nivel continental en relación a la educación, a la salud. Generar empleos, espacios recreativos para los jóvenes…”.
Se refirió a los riesgos de aprobar la legalización de la marihuana en México, y dijo que el principal sería que no diseñen políticas públicas idóneas y acordes a las circunstancias, lo que desbordaría el problema; que consuman los niños y jóvenes drogas que tengan a su alcance más fácilmente. Deberían implementar campañas de concientización, de educación, de salud, porque se podría generar un grave problema de salud y también generacional”.

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