Los plásticos y el medio ambiente

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En la actualidad podemos encontrar plástico prácticamente en cualquier cosa, es un material clave para la economía. No obstante su fácil dispersión por todo el planeta debido a los bajos precios y la lenta degradación de sus componentes, ha convertido al plástico en uno de los principales problemas en los mares y océanos, destino final de una gran parte de muchos de ellos. Según Greenpeace México, hasta 12.7 millones de toneladas métricas de plástico llegan al océano cada año, afectando la vida marina y, por lo tanto, la salud del planeta entero. Los efectos causados son demoledores, pues aunque no los veamos se extienden desde el Ártico hasta la Antártida.

El problema se asocia al consumo desmedido, ya que la mayoría del plástico que se utiliza en empaques es de un solo uso, la cultura de usar y tirar se ha vuelto insostenible y las grandes empresas han contribuido a esta grave situación beneficiándose de un modelo de negocio que abarca desde el agua hasta productos de aseo personal y limpieza distribuidos en envases desechables, que se tiran al agotarse su contenido.

El crecimiento en la población hace difícil que el problema de la gestión de residuos sólidos sea resuelto para producir un cambio positivo que sea evidente en el planeta. Es responsabilidad de las personas, las empresas y las administraciones públicas el reducir el uso de los plásticos y su impacto, pero uno de los primeros pasos es disminuir la cantidad que se ponen en circulación. Las empresas ahora tienen la importante tarea de comenzar a implementar cambios, ya sea innovando con otras formas de presentación de sus productos o comprometiéndose a no continuar produciendo envases y envolturas de plástico de un solo uso.

En algunas ciudades se han establecido medidas para atacar el problema, por ejemplo, se ha prohibido el uso de bolsas de plástico no biodegradable que son usadas comúnmente en todas partes para transportar un producto, su uso es a veces de un cuarto de hora y en cambio su degradación puede durar siglos, y cuyos contaminantes se filtran al subsuelo o llegan al mar, provocando incluso la extinción de seres vivos.

Hay muchas formas de sumarse para minimizar el impacto que está provocando el plástico en el planeta, y una de ellas es utilizando artículos hechos de bioplásticos, una industria mucho más verde a partir de la cual se pueden crear artículos biodegradables, que van desde empaques para alimentos, bolsas, botellas, cubiertos, platos y vasos, artículos elaborados a partir de fuentes potenciales de alimento, como el maíz, la papa o el hueso de aguacate, por mencionar algunos, y que son capaces de degradarse en un periodo de seis meses a los cinco años, tiempo evidentemente menor a los casi cuatrocientos años que requiere la degradación de un material fabricado a partir de compuestos petroquímicos.

El uso de plásticos nos ha facilitado en muchos aspectos la vida, pero es necesario revisar a qué y cómo los aplicamos y, sobre todo, cómo se hace la disposición final de estos materiales, para lo cual es indispensable reciclar, reusar y reducir la basura plástica que generamos, mediante cambios en nuestro entorno, nuestra actitud y nuestra forma de vida.

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