La sociedad chilena y mexicana reclaman y se manifiestan porque quieren cambios: Chile con un movimiento que exige una reforma educativa; México y las manifestaciones sobre el regreso del Partido Revolucionario Institucional.
Lo anterior fue tema de la mesa Nuevos itinerarios de las democracias, los gobiernos de la transición y los modelos de desarrollo, del XII Encuentro internacional de cultura democrática: La calidad de las democracias en América Latina.
Al hablar de democracia surgen distintas perspectivas. Ilán Semo Groman, investigador de la Universidad Iberoamericana, dice que “una cosa es el concepto de democracia y otra cosa es la democracia. Son dos cosas distintas. Un concepto es decisivo porque fija el territorio donde se disputa el significado de algo. El concepto es multiplicidad y produce múltiples significaciones de signos y esas significaciones se debaten en diferentes esferas dentro de la producción del concepto mismo.
“Una cosa es la operación de la democracia y otra cómo la sociedad enuncia, describe y conceptualiza la democracia, pero la relación de ambos es clave para nosotros”.
El caso Chile
Alberto Aziz Nassif, investigador en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), comentó que “la transición de Chile dejó una serie de cambios y transformaciones que lograron construir un sistema democrático y a su vez logró un modelo de desarrollo en las reglas de lo que fue el modelo que instrumentó la dictadura”.
Para José Viacava Gatica, miembro de la Asociación Chilena de Ciencia Política, “Chile tiene una democracia, pero quiere una buena democracia”.
Viacava Gatica recordó que desde 1960 al 1973 hubo una fuerte polarización política por el contexto de guerra fría y polarización social por la transformación en la matriz del estado chileno, es decir, el surgimiento de nuevos grupos sociales y nuevas formas de representación política y parlamentaria para cambiar el statu quo.
“11 de septiembre de 1973, golpe de Estado, duración 17 años, fue refundacional, que viene a cambiar las bases del Estado, con ciertas reformas estructurales de la mano. Una de ellas está siendo tema de agenda pública en Chile: la educación”.
