Las marchas contra la inseguridad

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Falta control de la información
Ante la ausencia de credibilidad en los órganos de procuración de justicia y seguridad pública en México, las manifestaciones ciudadanas para reclamar con derecho su eficiencia deben ser totalmente respaldadas, apunta el presidente de la comisión de seguridad pública y protección civil del Congreso local, Felipe Reyes Rivas, al opinar sobre la organización de protestas contra la inseguridad.
El responsable de dar seguimiento al desempeño de las corporaciones de seguridad en Jalisco se solidariza con las protestas ciudadanas, por la incredulidad que producen los referentes estadísticos de la delincuencia en Jalisco:
“Evidentemente hay una falta de control de la información. La Secretaría de Seguridad Pública tiene su propia estadística, la Procuraduría otra y los municipios, por separado, manejan la suya”.
El diputado panista Reyes Rivas habla a nombre de la comisión que encabeza y de los diputados locales, y expone que los legisladores no están de acuerdo con la compilación de datos hecha en la actualidad:
“El Congreso del Estado no coincide con esas variantes de la información entre uno y otro nivel de gobierno. La comisión que presido estudia una propuesta para crear un órgano técnico que pueda contabilizar en un solo dato estadístico los índices criminales generados en la entidad”.
De acuerdo con el representante, es imposible defender la información de índices delictivos “con tendencias particulares”, que se vierte sin el respaldo de “alguien que realmente esté planificando la captura de datos delincuenciales”.
Los legisladores revisan ahora la información obtenida en los foros que sobre el tema ha organizado el Congreso. Además, anunció, preparan con la Universidad de Guadalajara la inserción de un bachillerato técnico en seguridad pública, “para resolver los problemas de análisis de la información criminal en el estado”.

Hablar con la verdad
Aunque no es nuevo que el gobierno federal está rebasado en el área de seguridad pública, ello no representa un obstáculo para que los ciudadanos insistan en sus protestas a fin de que el Estado garantice la lucha contra el crimen organizado. “Lo extraño es que la sociedad no actúe de una forma más decisiva y sistemática frente a este problema que a todos nos preocupa”, pues en cualquier momento podemos pasar a la fila de las víctimas.
Jorge Regalado, investigador del Departamento de Estudios sobre los Movimientos Sociales, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la UdeG, asegura que uno de los puntos clave que el gobierno ha dejado de guardar es la exposición clara de los números que genera la delincuencia desatada en el territorio nacional.
“En ningún problema social las cifras se deben maquillar, o disfrazar los problemas. Deben ser presentadas tal cual. No importa que su dimensión nos abrume. Es mejor hablar con la verdad”.
Para Regalado la información certera es imprescindible para definir estrategias efectivas: “se supone que sería menos complicado hoy –que contamos con tantas tecnologías de la información y comunicación– que existieran criterios únicos y hubiera una estadística criminal centralizada, elaborada por un único organismo científico que evite la manipulación de datos sobre la delincuencia”.
La dimensión creciente de los hechos delictivos y su expresión real deben ser considerados con absoluta cientificidad, dice el investigador, quien confirma que los números que ahora maneja la mayoría de los organismos encargados de recabarlos muestran grandes imprecisiones:
“Se supone que la estadística oficial criminal equivale apenas al 50 por ciento de la delincuencia. Es, digamos, la cifra negra. Las entidades oficiales no deberían seguir funcionando sobre supuestos tan generales”.
Organismos autónomos, dice el maestro Regalado, deben ser los responsables de la actualización y captura de cifras. “Mientras no se creen organismos especializados y exclusivos”, las autoridades “dan pie a la tentación de que las cifras sean manipuladas”.
Es claro “que existe un desorden y así no resulta posible funcionar, ya que este es el campo más propicio para que la delincuencia organizada siga actuando no solo de manera impune, sino eficazmente, como lo está haciendo hasta ahora”.

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