Las guerras de Amos Gitai

1253

La guerra de Yom Kippur dejó una huella profunda en Amos Gitai, considerado por muchos críticos como el mejor cineasta de Israel. Él estuvo a punto de morir al ser su helicóptero derribado por un misil cuando participaba en una operación militar. Personas cercanas a él fallecieron durante el incidente. Éste casi acaba con su vida. La experiencia constituye la base de su película Kippur (2000), uno de sus filmes más representativos.
Es 6 de octubre de 1973. Los judíos celebran la fiesta del Día del Perdón, cuando de manera inesperada Egipto y Siria invaden Israel. Dos amigos parten en busca de la unidad especial donde hicieron su servicio militar. Weinraub (Liron Levo) y Ruso (Tomer Russo) terminan formando parte de un equipo de rescate a bordo de un helicóptero. La misión es atender a soldados malheridos. Lo que caracteriza a este largometraje es el sello que le imprimió Gitai, un relato veraz de una historia personal. Incluso el primer personaje tiene el mismo apellido que el padre de Amos Gitai.
La intención del cineasta fue mostrar la guerra desde el punto de vista del soldado común, sin discursos patrioteros o posturas heroicas estereotipadas. Para el director la guerra es un infierno donde reina el hastío, el desconcierto, el caos y la impotencia.
Esta película, además de Esther (1985); Alila (La trama, 2003), Noticias desde casa (2005) y La retirada (2007), son parte del ciclo de Amos Gitai, incluido en la actual edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG 26).

Por la coexistencia pacífica
Amos Gitai ha realizado más de 40 películas documentales, de ficción e históricas. El grueso de ellas centradas en Oriente próximo. La patria, el control social, el exilio, la religión, la guerra y la utopía de la paz son algunos de sus temas favoritos. Este director trata de demostrar a través de sus películas que es posible la convivencia pacífica entre palestinos e israelitas.
A pesar del amor que siente por Israel, Amos Gitai es sumamente crítico para con su país de origen. Para él, cuestionarlo es el mejor homenaje que puede rendirle. Es dar un paso para que sea mejor. A pesar de sus buenas intenciones, su postura le ha costado el rechazo de muchos sectores israelíes. Eso explica que Noticias desde casa haya sido vetada por la televisión de su país. El filme fue considerado peligroso por las autoridades, por hablar de los lazos palestinos con Jerusalén.
En Noticias desde casa, Gitai explota el género documental y hace de un inmueble habitacional su protagonista. Este largometraje es parte de una trilogía que inició hace más de 30 años con Bait (Casa) y continuó en 1998 con Baith be Yerushalayim (Una casa en Jerusalén). Amos Gitai en estas tres películas compara a Israel con una casa que fue propiedad de un médico palestino que no vivía en ésta. El gobierno israelí toma posesión de este edificio, con respaldo en una ley sobre las “propiedades en ausencia”. Después lo alquila una pareja judía. A partir de ahí, el director siguió su evolución y la de sus habitantes a lo largo de 25 años.
También un edificio, pero ahora de departamentos, a las afueras de Tel Aviv, es el escenario donde transcurre Alila (La trama). Aquí, la relación de Hezi y Gabi, así como la construcción de un ala extra en el edificio atrae la atención de los vecinos. Mientras tanto, un sobreviviente del holocausto y su empleado doméstico ilustran el conflicto entre judíos de distintos orígenes y los árabes en la comunidad.
En La retirada (2007), Gitai trata un drama político en torno a la retirada israelí de la franja de Gaza en 2005, bajo el mandato de Ariel Sharon. Ésta implicó el desalojo unilateral de los colonos israelíes residentes en el área.

Lucha por la vida
Amos Gitai, arquitecto de profesión, encontró en el cine su verdadera vocación. Hacer cine es uno de sus motivos para vivir. “Cuando recién incursionaba en el cine, mis amigos me aconsejaban que hiciera películas comerciales para ganar dinero, pero empecé al revés. Filmo lo que creo”.
Esther fue su ópera prima en ficción. En este largometraje el director hace un paralelismo entre el pasado trágico del pueblo judío y lo que acontece hoy en Oriente próximo. Su filme toma dimensiones de denuncia política.
Kadosh (1999) fue la película con la que empezó a ser conocido en el ámbito mundial. En ésta critica de manera abierta a la religión y al fanatismo religioso.
Sin duda la retrospectiva seleccionada en el FICG26 es una oportunidad inigualable para adentrarnos en la visión de un director fundamental del país invitado en esta ocasión: Israel.

Artículo anteriorTeófilo Guerrero
Artículo siguiente3er Informe de actividades 2010-2011