Las becas como impulso al desarrollo de los estudiantes

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Las becas para la formación educativa son instrumentos que compensan condiciones sociales desiguales. En este sentido, uno de los sectores más vulnerables es el de las personas que viven mayoritariamente en las comunidades rurales en condiciones distantes de la equidad y el bienestar, lo que limita sus oportunidades de desarrollo personal y social.

La creación de nuevos programas de becas, cuyo principal objetivo es promover el acceso, permanencia y egreso de los estudiantes en las instituciones educativas, se multiplican en los distintos niveles de gobierno.

En el periodo 2001-2002 se comenzó con el Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (Pronabes), primero en el que participaron todas las entidades federativas y cuatro instituciones de educación pública: IPN, UAM, UNAM y UPN, y cuyo objetivo era aminorar los efectos de la desigualdad, para tener acceso a la educación en ese nivel y, al mismo tiempo promover la elección por las carreras que desde la perspectiva pública eran más necesarias para el país.

En el primer año de gestión asignaron cerca de 45 mil becas y en el periodo siguiente más de 66 mil. El programa mantuvo un crecimiento constante en los apoyos económicos y se impulsaron diversos proyectos complementarios, entre los que destacan la creación de becas a la excelencia y para la movilidad.

Entre las ventajas que tenían los distintos apoyos de Pronabes, se encontraba la entrega directa del financiamiento a los estudiantes mediante tarjeta bancaria y el compromiso de las instituciones educativas de brindar a los beneficiaros soporte académico y tutorial.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) precisa que en el periodo 2011-2012, siete de cada 10 estudiantes (68.3 por ciento) tenían una beca.

Con el incremento de apoyos financieros en todo el país, fue creada posteriormente la Coordinación Nacional de Becas para la Educación Superior (CNBES), y cambian el nombre de Pronabes al de “Manutención”, en el que ahora se agrupan 13 subvenciones dirigidas a estudiantes de educación media superior, licenciatura, especialidad, maestría y doctorado.

Hoy se beneficia a más de 605 mil becarios. A los apoyos brindados por el CNBES se le suman las becas de otras instituciones, como el Conacyt, exclusivas para el posgrado y la investigación.

La SEP ofrece también becas de características diversas para educación media superior. Por ejemplo: Manutención (modalidad abandono escolar); beca- salario (formación dual); capacitación; competencias emprendedoras; becas para prácticas; para continuación de estudios; para grupos vulnerables; becas de excelencia y de movilidad, por citar algunas. De estos apoyos se reportan 665 mil 833 beneficiarios hasta el segundo trimestre de 2015.

Ciertamente la falta de oportunidades es una variable que agrava la desigualdad social. Por ello gobiernos estatales y municipales han comenzado a proporcionar apoyos a estudiantes con vulnerabilidad económica.

Desde el inicio de esta administración estatal se abrió el programa de Bienevales para todos los niveles educativos como apoyo a la movilidad; este año fue lanzado el programa de “Becas prepárate” por parte del municipio de Guadalajara, cuya finalidad es disminuir los índices de deserción escolar entre jóvenes del nivel medio superior, que a diferencia de otros, incluye a aquellos jóvenes con vulnerabilidad económica inscritos en preparatorias privadas y no solamente los estudiantes de instituciones educativas públicas. El presupuesto del programa para este año es de 96 millones de pesos, con el que planean otorgar alrededor de 11 mil 800 becas.

También las instituciones de educación pública otorgan becas para sectores específicos de la población, como estudiantes indígenas y discapacitados. Un ejemplo es la Universidad de Guadalajara, que en el calendario 2015B benefició a 114 estudiantes del Centro Universitario del Norte con las Becas de Universidad Incluyente.

Este tipo de apoyos han sido brindados desde hace tiempo por organizaciones como la Fundación Ford, en 2001. Por igual han abierto programas de apoyo alimentario para que los estudiantes de bajos recursos reciban alimentación durante su trayectoria escolar.

Es preciso señalar que las becas por sí mismas no subsanan un problema que en sí mismo es complejo, cuyo objetivo es garantizar el acceso y la permanencia en la escuela, no así la calidad educativa. Sin embargo, son un buen aliciente para una población que padece algún grado de vulnerabilidad.

No obstante, la evaluación del impacto que tienen estos apoyos es indispensable, así como evitar la duplicidad de los mismos, porque resulta necesario recordar que al final de cuentas son recursos públicos, cuyo destino y aplicación debe estar sujeto a revisión y control.

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