Las Casas universitarias un proyecto incluyente

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    A las comunidades menos favorecidas, les queda claro que el trabajo conjunto brinda mayores resultados económicos, sociales y culturales, pues no se atienen al escaso presupuesto asignado a cada localidad y que en algunos casos puede no llegar.
    Un ejemplo de esa labor permanente son las Casas universitarias, que el Sistema de Universidad Virtual (UdeG Virtual) implementó desde hace tres años para ofrecer a las comunidades rurales los beneficios del espacio cibernético, de los que no gozan tanto como las urbes, expuestas a las nuevas tecnologías.
    “Por medio de internet tienen acceso a la información y a los procesos de aprendizaje”, destacó la maestra Carmen Enedina Rodríguez Armenta, directora de Tecnologías, de UdeG Virtual.
    El rector de este sistema, el maestro Manuel Moreno Castañeda, y la directora de Tecnologías coincidieron en que las Casas universitarias han sido un éxito por su carácter incluyente, pues en el proyecto participan tres instancias: la comunidad en sí, la UdeG y el gobierno federal.
    “El principal logro ha sido que las personas se han apropiado de su proyecto educativo”, reconoció Moreno Castañeda.
    Por el momento, agregó, trabajan en la generación de redes de conocimiento, tal y como hacen ahora los huicholes con un curso sobre conservas, para aprovechar la fruta.
    Beneficios para los pesqueros: el 10 de marzo abrirán dos Casas universitarias: una en el ejido de Las Glorias, y otra en Villa del Mar, ambas en Cabo Corrientes.
    A futuro: consolidar las Casas actuales y aumentar la cobertura con equidad y calidad educativa.
    Número de Casas abiertas: 24, cuatro administradas por el CUNorte, tres por el CUValles.
    Población atendida: en promedio hay 20 usuarios por Casa. Además, 160 alumnos cursan la licenciatura en educación, 140 toman el curso de diseño y desarrollo de proyectos, 87 el de apicultura y 30 el de gobierno electrónico, de la UdeG y la Organización de Estados Americanos.
    Proyecto incluyente: las comunidades interesadas ponen el inmueble y cubren aspectos administrativos y de mantenimiento. La Universidad de Guadalajara se encarga del equipamiento y los servicios académicos. Las instancias federales, como E-México, apoyan con la infraestructura en telecomunicaciones.

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