Largo y tortuoso camino a la escuela

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Un transporte especializado, la seguridad y apoyo a ciclovías, y la eficientación de las rutas ordinarias podrían dejar fuera de circulación a unos 30 mil autos que son utilizados cotidianamente por los estudiantes, para ser trasladados a centros universitarios o de enseñanza media superior (preparatorias) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) dentro de la zona metropolitana.
Esta es una de las conclusiones que se desprenden de la encuesta denominada “La movilidad de los universitarios”, realizada como un ejercicio para permitir la construcción del conocimiento con respecto a las características, hábitos y volumen de los desplazamientos de los estudiantes de la UdeG.
Este instrumento de investigación fue diseñado y aplicado por la Coordinación General de Servicios a Universitarios, en las escuelas preparatorias y centros universitarios del área metropolitana de Guadalajara a 10 mil 279 estudiantes de nivel profesional y de preparatorias, cuyo universo se calcula en 130 mil 81 educandos.
En promedio, el 30 por ciento de este universo estudiantil dijo utilizar el auto para trasladarse o ser trasladado al menos en la primera parte de la cadena casa-escuela-casa, que en temporada de clases emprende esta totalidad.
Las modalidades relacionadas con el traslado de los alumnos por medio del automóvil revelan que su uso es más intenso entre los estudiantes de enseñanza media superior con el 37.4 por ciento, y 23.1 por ciento de ese porcentaje es en auto familiar.
Entretanto, los asistentes a centros universitarios utilizan el auto, directa o indirectamente, en el 26.9 por ciento de las transferencias. Las singularidades de estos trayectos son: el alumno conduce directamente un automotor, acompaña a un compañero que conduce, a bordo del auto familiar y el taxi.

El camión rifa
A pesar de que una etapa de la cadena de traslados se realiza en el automóvil, el estudiante no puede eludir totalmente el uso del transporte público, dígase Macrobús, Tren Eléctrico, o camión convencional o minibús.
El 6 por ciento de los alumnos de prepa usan el Macrobús, el 7.7 por ciento el tren y el 61.7 por ciento el camión, mientras que los que cursan una carrera profesional usan en el mismo orden, 2.8 por ciento (Macrobús), 15.7 por ciento el Tren y el 73.1 por ciento los camiones. Destacan como rubros complementarios 5 por ciento en bicicleta y un 20 por ciento caminando.
Pero definitivamente en el regreso de los centros universitarios y las prepas “el camión rifa”, pues en el primer caso, los aspirantes a profesionales lo usan —el transporte público en cualquier modalidad de las citadas— hasta en el 95 por ciento de las ocasiones, mientras que los bachilleres lo utilizan hasta en el 86.4 por ciento de las veces.

Tiempo y dinero
Alrededor de la tercera parte de los estudiantes que asisten a alguno de los centros universitarios temáticos de la zona metropolitana de Guadalajara invierte más de una hora y media de su vida diaria bordo de un medio de transporte para llegar a su destino de estudios desde su hogar. Y otra tercera parte dice realizar un recorrido de media hora a 45 minutos para llegar a su destino.
En ese mismo sentido, la inversión de tiempo máximo —más de 45 minutos— de parte de los de prepa difiere significativamente (11 por ciento) si se toma en cuenta que la accesibilidad de las preparatorias está más relacionada con la cercanía de los hogares.
El gasto de los estudiantes es muy coincidente en los niveles que se analizaron, pues para ir a los centros universitarios la mayoría de los entrevistados manifestó gastar de 7.50 a 10 pesos diariamente (32.6 por ciento para los de carrera y del 33.5 por ciento para lo de prepa). Quienes gastan más de 20 pesos fueron para el primer caso 17 por ciento y 8.5 por ciento para el segundo.
De cualquier manera, el gasto de traslado es fuerte si se toma en cuenta que se usa el trasvale y que el promedio más alto de gasto es de al menos unos 200 pesos al mes por alumno.

Las bicis
La bicicleta es utilizada muy poco por los estudiantes de profesional (1.3 por ciento) y los de enseñanza media superior un poco más (4.6 por ciento), pero en lo general el uso es muy limitado, al menos en el trayecto del domicilio particular a la escuela y viceversa. Cabe señalar que el 57 por ciento de los estudiantes de profesional entrevistados aceptó tener bicicleta, en tanto que la mitad de los estudiantes de prepa no la tiene.
Los usos que actualmente le dan los estudiantes a la bicicleta es la recreación y deporte, y sólo entre el uno y 4 por ciento dijo que la usa para ir a la escuela.
Otra de las preguntas que se hizo a los entrevistados fue: ¿Si las condiciones fueran aceptables usarías la bicicleta para ir a la escuela? En ambos casos, los de prepa y profesional, manifestaron que “sí” en un poco mas del 50 por ciento. Sin embargo, entre las cuatro condicionantes más importantes para usar la bicicleta, en ambos niveles estudiantiles, fueron: “Seguridad en el camino”, “que existan ciclovías”, “calles en buen estado” y “ciclopuertos seguros a lo largo de los recorridos del transporte público”.
Por otra parte, las cuatro principales dificultades más citadas por los estudiantes para no usar la bicicleta como medio de transporte principal para ir a la escuela fueron: “Riesgo de accidentes”, “vialidades en mal estado”, “distancias muy grandes” y “falta de ciclovías”. La dificultad menos abundante en citar fue la de falta de condición física.

Jaime Aguilar Morales
Arquitecto. Jefe de la Unidad de Transporte Universitario. Coordinación General de Servicios a Universitarios

¿Por qué los estudiantes e incluso otros grupos de usuarios deben utilizar transportes especializados?
El hecho de que exista transporte especializado no es en sí mismo la segregación, sino que debe de responder a la resolución de una problemática específica que implique un beneficio al individuo y al entorno urbano, dentro de una integración intermodal de movilidad en la ciudad. Un transporte especializado debe de integrarse al sistema general de movilidad y fortalecer con ello todo el sistema circulatorio de la ciudad.
El transporte especializado como el Transporte Universitario, promueve un intercambio entre los componentes urbanos en la ciudad más focalizado y su contenido es homogéneo, resultando un medio de transporte ágil, que optimiza el uso de la vialidad en cuanto a la reducción de vehículos particulares para llegar a la escuela o trabajo y provee al usuario o en este caso al estudiante, de beneficios en seguridad, economía, rapidez e identidad y, de igual manera, esta modalidad de transporte apoya el uso optimizado de la vialidad.
Un transporte escolar exclusivo de la UdeG, implica promover en el estudiante la decisión de usar un medio colectivo de transporte en lugar de un vehículo particular y así lo confirma el propio estudiante, ya que el 82.3 por ciento de los alumnos indica que le parece necesario el transporte universitario y además probablemente lo utilizaría.

Del grueso de la movilidad, la de los jóvenes es una de las más importantes en una ciudad, ¿qué equipamientos alternos y complementarios deben ofrecerse a estos grupos?
La ciudad debe ofrecer, en general, un sistema integrado de movilidad, en donde convivan de manera armónica el uso de medios no motorizados con los medios motorizados, sean públicos o privados, enmarcados en una estructura urbana que lo promueva de manera apropiada, generando espacios públicos activos y de calidad.
El grupo de estudiantes en cuanto a volumen de viajes en la ZMG, es el segundo en importancia, solamente por detrás del grupo que refiere a empleados; sin embargo tampoco existe equipamiento suficiente en la ciudad que promueva la movilidad sustentable en ese grupo social.
Actualmente casi el 3 por ciento de los universitarios utilizan la bicicleta para llegar a la escuela, sin embargo un poco más del 50 por ciento, aceptaría irse en bicicleta si las condiciones fueran aceptables.
Una de las intenciones del Transporte Universitario es precisamente promover una red de ciclopuertos que se integren a éste y generen una mayor conectividad entre puntos generadores y atractores de viajes
Se necesita infraestructura como ciclovías, ciclopuertos integrados al transporte colectivo y masivo, puntos de transferencia modal adecuados, medios de difusión de los sistemas de movilidad en la ciudad y sus beneficios.
Cuál es desde su óptica la forma en que los estudiantes podrían colaborar a solucionar los problemas de movilidad en la ciudad? Y ¿cuál es la mejor forma de enseñarlos a reflexionar sobre el tema?
Considero que es importante que sepan y acepten que son parte vital de un cambio de cultura necesario en nuestra sociedad. Y la mejor forma de que el estudiante colabore por una movilidad sustentable es que él, con la responsabilidad que implica ser un estudiante, sea consciente de sus decisiones y dé ejemplo de urbanidad y conciencia para tener una ciudad mejor.
Para promover el cambio en el estudiante de un individuo pasivo a un ciudadano activo, es necesario informar y difundir con mayor intensidad el significado de la movilidad urbana.
Y su mejor colaboración es tomar la responsabilidad que implica ser un estudiante, ser ejemplo y dar testimonio de su educación y cultura. El andar en bicicleta es una demostración concreta.
La encuesta elaborada reflejó claramente la diversidad de factores que determinan los modos y medios de desplazamiento utilizados por los alumnos y el dinamismo intrínseco de dichas decisiones. Tales factores, asociados a la edad, domicilio, infraestructura urbana, género y nivel educativo, aunado a las áreas de influencia de cada escuela, permiten definir y entender la movilidad universitaria y, por lo tanto, esto determina las características de los desplazamientos: mientras en preparatoria el 16.9 por ciento camina hacia la escuela, solamente el 4.6 por ciento lo hace en nivel de licenciatura, pero eso se revierte en el uso del vehículo particular, ya que el conducir auto hacia la escuela en licenciatura lo hace el 15.4 por ciento y en preparatoria el 4.5 por ciento.

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