Los habitantes de Tonalá, la madrugada del viernes pasado, amanecieron con asuntos que fueron noticia en casi todos los diarios: la agresión a balazos a un grupo de policías y la muerte de uno de ellos al parecer debido a agresiones de parte de los miembros de Fiscalía General del Estado.
Es lamentable el hecho, pero más grave si no se llega a investigar el crimen y el ataque a los uniformados tonaltecas y aún más complicado si no se investiga debidamente, pues es un secreto a voces que el crimen organizado mantiene copado al propio ayuntamiento y son los que ordenan el quehacer público de esta población. Como es, ya decíamos, un “secreto a voces” que la mafia del narcotráfico está plantada en esa población, ahora que han ocurrido los hechos de sangre se debería ir hasta el fondo e intentar limpiar de esa lacra al municipio y, por tanto, a sus habitantes.
No es nueva, entonces, la violencia al Oriente de la Zona Metropolitana de Guadalajara, en concreto en Tonalá, basta con hacer una indagación en las notas de los periódicos aparecidos el año pasado para saber que los asesinatos ocurridos allí han sido a la manera del narco. No es, pues, casual que la Fiscalía anduviera por allá, pero ¿hacía qué?, ¿buscaba qué? Esperaremos un informe que, ojalá, sea serio y real. Ojalá. Ojalá.
