La vida en riesgo

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    Las imágenes del pueblo nipón nos han puesto muy tristes, pues es una realidad tremenda que ofrece la visión de dolor y muerte a una pueblo entero. Nadie puede dormir tranquilo después de saber que, al otro lado del mundo, hay personas que sufren la pérdida de sus seres queridos y realmente es muy triste. Al menos podríamos enviar a nuestros semejantes japoneses una oración, al menos debemos ofrecer a ellos una palabra de aliento. Todos debemos, además, brindar la ayuda dentro de nuestras posibilidades, porque ya hemos sabido de lo terrible que es un terremoto desde 1985. No sabemos lo que es un tsunami, y debemos desear no saberlo. Nuestra solidaridad a nuestros hermanos japoneses.

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