La velocidad de los datos

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Rápido y en corto podría ser el lema de la velocidad de transferencia inalámbrica de información anunciada por Sony. Ésta llegará a los 11 Gb por segundo. El proyecto de la trasnacional hará realidad dicha tecnología en los aparatos electrónicos. El objetivo es disminuir el tiempo de traspaso de datos entre dos equipos separados por pocos milímetros. El plan consiste en usarla para la comunicación interna y pretende eliminar el complejo empleo de cables.
La noticia ha inundado a la red. Sony informa que la nueva tecnología alcanza una frecuencia entre 30 y 300 Ghz, lo que equivale a una longitud de onda de 1 a 10 mm, con una potencia de 70 mW. Posiblemente transmitirá a la velocidad prometida en una distancia de 14 milímetros.
Como cuadro comparativo, Sony informa que este proyecto superará las velocidades presentadas por HDMI, que llega a los 10.2 GBit por segundo y por Displayport 1.1, que transmite a 10.8 Gbit por segundo.
La historia de la transmisión de datos permite conocer la lucha que la tecnología ha sostenido para mejorar el poder de almacenamiento de información y lo que ha logrado avanzar en trasmisión de datos en dispositivos cada vez más pequeños.
En el inicio de los ochenta los dispositivos de almacenamiento alcanzaban los 40 MB y una velocidad de transferencia de datos de 625 KB por segundo. La empresa que marcó un hito en estos tiempos fue IBM, con su primera computadora personal, la 5150.
En 1983 apareció el concepto de Ethernet y con éste aumentó la velocidad de transferencia.
A mediados de los noventa surgió la tecnología SCSI, con una rapidez de 12 a 20 MBits por segundo. Para 1997, Tandber Data y Sony alcanzan los 3 MBytes por segundo. En 1999 los modelos de CD-ROM 44x y 48x ofrecen una velocidad de 6600 y 7200 Kb por segundo. En 2002, con el formato USB 2.0 se alcanzan los 60 MBytes por segundo. Para 2008 la velocidad alcanzó los 64 MBytes por segundo.
Las grandes cantidades de datos que generan las corporaciones, el gobierno y en general la sociedad de la información, sumados a la necesidad de respaldar la información importante, motivan la creación de diminutos dispositivos en los que se puede almacenar y transmitir a grandes velocidades.

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