La represalia de los republicanos

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La batalla ideológica entre una fracción ultraconservadora del partido republicano y el poder ejecutivo que encabeza el presidente Barack Obama, provocó la parálisis del gobierno estadunidense, misma que podría derivar en algo peor: la reducción del techo presupuestal y de la capacidad de adquisición de deuda del vecino del norte.

Países como México, que tienen una intensa y estrecha relación económica con Estados Unidos, tiemblan al pensar en esta posibilidad, que se reflejaría en una menor capacidad de compra y por ende, en el desplome de las exportaciones, indica el maestro Miguel Ángel Sigala Gómez, investigador del Centro de Estudios de América del Norte, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.

Esta parálisis es la primera en los últimos 17 años y tuvo como origen las diferencias sobre el tema del financiamiento para el programa de salud, que derivaron en el cierre parcial de operaciones en servicios no esenciales del gobierno.

“Las intenciones de elevar el presupuesto federal se han enfrentado a la reticencia del Congreso. En este momento el cierre del gobierno se da como una manera de represalia de los republicanos, para que la reforma de salud fracase. La cifra de personas que están paradas es elevado: son 800 mil llevadas a sus casas y un millón sin cobrar”, explica Sigala Gómez.

Este problema aún no es grave. Hay otro riesgo latente: el incremento o no del techo de la deuda de Estados Unidos, pues el Congreso tiene la facultad de decidir cuánto gastará el gobierno, y aunque negocien con el ejecutivo, la última palabra la tiene la Cámara.

“Esta batalla ideológica es probable que se extienda a este problema del techo de la deuda. Si Estados Unidos sigue con un sistema político fragmentado, no tendría dinero para enfrentar obligaciones fiscales y de gasto normales”, dice el catedrático.

Y abunda: “Así como el Congreso demostró que puede cerrarle el gobierno a Obama, también lograría evidenciar que le puede propiciar una incapacidad de gasto, una incapacidad económica aún mayor, y eso se reflejaría en el famoso techo presupuestal. El gobierno de EUA opera con déficit. Gasta más dinero del que recauda, destinado a salarios de millones de empleados gubernamentales, inversión en infraestructura, programas sociales, en contratos y compras con empresas privadas. Igual que en cualquier otro país, el gasto de gobierno es fundamental para la economía”.

Si esto ocurriera, los países con estrecha relación comercial con Estados Unidos, como Canadá, Colombia, Japón, Venezuela y todo Centroamérica, se verían afectados, pero México llevaría la peor parte, pues el 80 por ciento de las exportaciones de nuestro país van a dar al mercado estadunidense.

“El primer impacto sería una reducción de las exportaciones de México, por el menor poder de compra en el vecino del norte. Afortunadamente aún no se da. Es el escenario que se teme”, detalla Sigala Gómez.

El fundamentalista Tea party

La principal intransigencia en esta confrontación entre ejecutivo y legislativo proviene de un ala radical, conservadora y fundamentalista del partido republicano, conocida como “Tea party”, la cual cree, entre otras cuestiones, que el gobierno no tiene la obligación de satisfacer la salud de los ciudadanos, que según ellos debe ser un asunto individual y no social.

“La incertidumbre vivida en Estados Unidos se basa en la posición radical de este grupo. Se sospecha que podría ser capaz de hacer que el gobierno tenga menos dinero. Conociendo la mentalidad conservadora de esos grupos, no me sorprendería su indiferencia ante el mundo, porque en materia de política exterior difícilmente reconocen la compleja interrelación que tiene Estados Unidos con otros países, tanto en materia de seguridad, económica y militar, y abonan para que esa nación se retraiga, que simplemente atienda sus asuntos internos y se involucre de la menor medida posible en el exterior”.

El especialista en relaciones internacionales, explica que otra consecuencia directa del enfrentamiento sería la incapacidad que tendría Estados Unidos para comprar bienes, pagar salarios de gobierno y sus deudas financieras, principalmente los intereses que debe a sus acreedores.

Los principales de éstos, en la banca privada, son Citygrouop y Bank of America, que si dejan de percibir intereses verán afectada su capacidad para dar préstamos y garantizar ahorros de los clientes. Como países, China y Japón son los principales acreedores, a los cuales no recibir los pagos traería consecuencias en el interior, similares a las que tendría Estados Unidos, pero con gobiernos con menor capacidad de gasto.

“Un problema concreto que existe es este cierre de gobierno, que en sí tiene consecuencias inocuas. Lo peor es el otro problema: el de aumentar o no la capacidad de deuda de gobierno: ese sí es un problema para la economía estadunidense, mexicana y mundial. México es el país más vulnerable en un escenario así, por su interdependencia económica”.

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