La política de sustentabilidad enfocada en la vivienda social

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La sustentabilidad se ha convertido en un tema clave en las políticas públicas de los países en desarrollo, y los retos ante esta situación se centran, principalmente, en la vinculación del desarrollo urbano con el enfoque de la sostenibilidad para minimizar la contaminación generada por el desordenado crecimiento urbano.

En este sentido, el campo de la vivienda en México se ha identificado como un sector importante en el que se pueden comenzar a implementar cambios con el objetivo de disminuir las emisiones de gases contaminantes. Cabe señalar que las viviendas son las responsables de, aproximadamente, un siete por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), representando a nivel nacional 49 MtCO2 por año1. Para el año 2050 se espera que, de acuerdo con la tasa de crecimiento, México tenga cerca de 121 millones de habitantes, por lo que se estima que será necesaria la construcción de 600 mil casas por año en la próxima década.

Considerando las necesidades de desarrollo y de crecimiento en México, se ha comenzado a implementar una política homologada en materia de vivienda sustentable, con el principal objetivo  de mitigar el impacto ambiental generado por la urbanización que trae consigo un mayor consumo de combustibles fósiles, agua y energía. Lo anterior se realizará a través de Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiadas (NAMA, por sus siglas en inglés) que son mecanismos emergentes de mercado que alinean el desarrollo sustentable con las prioridades económicas.

La NAMA de Vivienda Sustentable de México, primera de su tipo en el mundo,  se centra en proveer financiamiento para mejorar la eficiencia energética con ayuda la de eco-tecnologías innovadoras y sostenibles, que mejoran el diseño arquitectónico de las viviendas. Se tendrán estándares de construcción para incluir y promover tecnologías eficientes que reduzcan los consumos. La meta de esta iniciativa es comenzar con viviendas nuevas y continuar con las viviendas existentes, para posteriormente incluir otros servicios urbanos, como residuos o uso de suelo.

Desde 2012 se implementó en México una prueba piloto, en la cual se han construido viviendas energéticamente eficientes con distintas características de diseño, materiales y eco-tecnologías, lo que contribuye a reducir los niveles de emisiones. Esta iniciativa se suma a los programas de Hipoteca verde y Esta es tu casa, en los cuales se proporciona financiamiento para cubrir los costos para la reducción de consumo de energía eléctrica, gas y agua.

Recordemos que gracias al Programa especial de cambio climático, México ha emprendido acciones para detenerlo y reducir las emisiones contaminantes en más de 125 millones de toneladas al año para 2013-2020; la iniciativa de vivienda sustentable se orienta a este objetivo.

Es importante señalar que en octubre de este año se llevará a cabo la Conferencia sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible, HÁBITAT III en Quito, Ecuador. En ella, los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), suscribirán la nueva agenda urbana que tiene como objetivo afianzar el compromiso de los gobiernos para que, a través de políticas públicas, den respuesta a los desafíos de las ciudades cada vez más urbanizadas.

La primera conferencia, HÁBITAT I, se celebró en 1976 en Vancouver, Canadá. En ella se reconocieron las consecuencias de la desorganizada y rápida urbanización. 20 años después, se realizó en 1996 en Estambul, Turquía, HÁBITAT II, en la que se habló sobre ciudades sostenibles y vivienda digna para todos; en ambas conferencias se ha reconocido la necesidad de ciudades con estas características, tomando en cuenta que vivimos en un mundo en donde la población crece aceleradamente.

Sin embargo, debemos reconocer que en la actualidad las ciudades responden principalmente a los intereses del mercado, en el que la privatización del suelo es el objetivo. Aunque es importante la producción de nuevas viviendas sustentables, los programas están enfocados en atender a la población con empleo formal, dejando de lado a un grande sector que no puede pagar un suelo de calidad con los servicios básicos, es por ello que aún sigue habiendo asentamientos irregulares, población que no se debe olvidar.

1) CONAVI, SEMARNAT. NAMA Apoyada para la Vivienda Sustentable en México – Acciones de Mitigación y Paquetes Financieros. Ciudad de México, 2012

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