Cada 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz, y el lema para la celebración de este año es “Alianzas para la paz, dignidad para todos”. Desde el 2001 la Asamblea General de las Naciones aprobó por unanimidad la resolución 55/282 en la que se establecía ese día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial. “La ONU invita a todas las naciones y pueblos a que cumplan una cesación de hostilidades durante todo ese día y a que también lo celebren mediante la educación y la sensibilización del público sobre todos los temas relacionados con la paz”.
A pesar de los acuerdos y resoluciones de la ONU, el mundo vive días convulsos, las guerras intestinas en muchos países han desplazado grandes cantidades de personas, provocando una severa crisis humanitaria, el ejemplo más reciente —pero no el único por desgracia— es el caso de Siria. Además de las conflagraciones internas por razones ideológicas o de fuerza, tenemos la migración por razones de pobreza, donde las naciones expulsan a sus ciudadanos hacia otros lugares, en busca de su supervivencia y con la esperanza de alcanzar el bienestar para ellos y sus familias, o está el caso del narcotráfico, que también provoca el desplazamiento de miles de personas en América Latina.
El Institute for Economics and Peace (Instituto de Economía y Paz), ha publicado la novena edición del Índice de la Paz Global, que consiste en 23 indicadores que miden el nivel de tranquilidad mediante tres temas principales: uno es el nivel de seguridad en la sociedad, el segundo la medida de productos nacionales y el tercero el respecto a los conflictos internacionales y el grado de militarización de un país.
Los cambios evidentes en el índice se vieron en el Medio Oriente y en África del Norte, donde algunos países sufrieron un aumento de violencia relacionada principalmente con los conflictos civiles y acciones realizadas por los grupos islamistas; le sigue América del Sur, donde sobresalieron los incrementos en la percepción de la criminalidad y un aumento en las protestas populares; Europa conserva su posición como la región más pacífica del mundo: estos resultados se presentan como una comparación a los del año 2014. De acuerdo al mismo índice, Islandia es el país con el más bajo nivel de violencia, mientras que Siria se ubica en la última posición; en tanto que México se encuentra en el lugar 144 de los 162 países evaluados y tiene la última posición entre los países que conforman la región de Centroamérica y el Caribe.
Cabe señalar que las instituciones gubernamentales son los principales órganos encargados de lograr y procurar la paz en y entre los países, si las instituciones no trabajan en ese aspecto con la población y la población no se concientiza, difícilmente se podrá eliminar la violencia.
En México es especialmente importante conmemorar esta fecha por las múltiples formas de violencia que persisten en nuestro país. A escala mundial, la creciente y continua rivalidad entre países ha logrado que nos instalemos en un mundo difícil de controlar, como muestra está la crisis humanitaria que durante los últimos años ha provocado la llegada masiva de miles de refugiados a Europa, el reciente ataque en Egipto a un grupo de mexicanos que se encontraba recorriendo el oeste de ese país, las amenazas sobre combates terroristas alrededor del mundo, guerras civiles que estallan por gobernantes autoritarios, la violencia a la que se enfrentan los miles de indocumentados que intentan llegar a los Estados Unidos o los altos niveles de violencia por el narcotráfico.
Para resolver estas situaciones no se trata solo de estabilizar y ordenar las zonas más devastadas y que se encuentran vulnerables, se trata de crear conciencia, sensibilizar a la población para cambiar esa forma de pensar para que la violencia y las guerras no se elijan como opción para solucionar los problemas del mundo en que vivimos.
