En México, desde 1953, las mujeres podemos votar. Es de vital importancia recordar que el pasado 17 de octubre se cumplieron 54 años en los que hemos gozado de este derecho.
Sin embargo, ¿en verdad lo disfrutamos? A mi parecer son muchos los obstáculos que hasta el momento existen, quizá no tanto para votar, sino para ser votadas. Sufrimos una serie de discriminaciones, en su mayoría encabezadas por los altos mandos, por los hombres.
Por desgracia esta es la realidad: una mujer tiene que hacer el doble o más de esfuerzo y lleva encima el doble o más de críticas de su actuación.
Quiero reconocer a tres mujeres que fueron ponentes de la conferencia llevada a cabo el pasado 17 de octubre, en el Centro Universitario de la Ciénega/Ocotlán, la cual titularon “Derecho de la mujer a ejercer el voto y ser electas”. Ellas son: la maestra Ana Elisa Machuca, la maestra Esmeralda Correa Cortes y la maestra Alma Jessica Velázquez Gallardo.
Mujeres admirables que con su trayectoria demuestran que cualquier obstáculo se puede vencer. Sus ponencias fueron tan completas como ellas, por lo que merecen un gran reconocimiento por sus esfuerzos y participación en la política y en las diversas áreas y profesiones de este país.
