La mujer en la filosofía

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Bajo el título de “La mujer en la filosofía” diversas instituciones de Jalisco, orientadas al estudio y la investigación filosófica, realizan, durante este año, un ciclo de conferencias en el Auditorio José Luis Martínez de la librería del Fondo de Cultura Económica.

En tiempos de “lo políticamente correcto” hasta la elección de una frase, el título de un libro o una conferencia que tenga como objetivo hablar de la mujer, llega a ser controvertido. Cuando un colega miró el cartel del ciclo de conferencia a que hago referencia, afirmó que el título da a entender que las mujeres aparecen subordinadas a una actividad principalmente realizada por hombres. En realidad no creo que esas complejas construcciones estuvieran en la mente de los organizadores de esta jornada de conferencias; más bien la propuesta es más modesta: reflexionar sobre la noción de “mujer” en la tradición filosófica y conocer la propuesta de algunas filósofas contemporáneas.

Siguiendo este criterio, podemos identificar al menos tres maneras de enfocar el tema: 1) las aportaciones que las mujeres han hecho a la filosofía; 2) las reflexiones filosóficas o científicas que se han realizado sobre la naturaleza de la mujer, y 3) las posiciones que, soportadas en una reflexión filosófica, han aportado una base teórica para impulsar movimientos para la reivindicación de derechos para las mujeres y en los cuales las mismas filosofas han participado activamente.

Atendiendo a la clasificación propuesta y refiriéndome a las filósofas sobre las que se reflexiona en “La filosofía en el Fondo”, en seguida expongo algunas breves referencias. 

Cuando una mujer realiza una investigación no necesariamente tendría que abrazar alguna bandera política. Reconocemos la importancia de una teoría en química, física, biología, política o filosofía no por el género de quien realiza la investigación, sino por el valor que sus investigaciones aportan a la ciencia. Un recto razonamiento, cuando pretende describir algún fenómeno de la realidad, deviene en abstracto, e importa la validez de los razonamientos argüidos y la aceptación o solidez de los puntos de partida, pero el género, la nacionalidad o las preferencias políticas de los postulantes es una cuestión accidental para el conocimiento.  Es en este contexto que podemos reconocer las aportaciones que hicieron a la filosofía María Zambrano y Hannah Arendt. Si bien ambas vivieron en un mundo de dificultades por su condición femenina, éste no fue el tema central de sus reflexiones. María Zambrano se ocupó primordialmente de reivindicar la función de lo cotidiano y lo inmediato como punto de partida para la reflexión racional; postulando que en las vivencias primarias en la vida de cada individuo radica el germen de lo que posteriormente podría constituirse con un sistema explicativo más complejo. Por su parte, Hannah Arendt se preocupó primordialmente por la comprensión de la humanidad, la moral y la política, cuestionando fragilidad de la conciencia, reivindicando a la polis y al pensamiento como las manifestaciones supremas del género humano.

Entre las posiciones filosóficas que han considerado a la mujer como el tema de la reflexión filosófica, destacan las de Carol Gilligan y Helena Cronin. La primera realizó análisis sobre la construcción de la conciencia moral y demostró que existe una forma tradicional de entender algunos valores supremos eminentemente masculinos y  arraigados en las culturas, pero éstos no necesariamente se corresponden con el desarrollo de la conciencia moral en las mujeres; en este sentido ha pugnando por un replanteamiento de los valores morales. Por su parte, Helena Cronin realiza investigaciones zoológicas y antropológicas del comportamiento, mostrando constantes diferencias entre los machos y las hembras, sean animales humanos o no humanos. Cabe hacer notar que los descubrimientos de ambas filósofas, a pesar de que ellas se declaran feministas, no siempre son del agrado de quienes enarbolan los movimientos de reivindicación de la mujer.

Finalmente, en la categoría de las filósofas que han actuado y pensado en alternativas para la reivindicación de los derechos de las mujeres, destacan Edith Stein quien, además de mostrar que las capacidades masculinas y femeninas pueden ser diferentes, postula una teología femenina; Simone de Beauvoir, que es considerada un icono de los movimientos feministas al cuestionar a las instituciones que históricamente han subyugado a la mujer; Judith Butler, quien ha postulado y defendido la teoría Queer, afirmando que las diferencias de género son construcciones sociales que no se apegan a principios necesarios, y  Raya Dunayevskaya, que pugnó por un socialismo y un marxismo más humanistas. Cabe destacar que el activismo de las pensadoras enlistadas estuvo precedido de profundas reflexiones con un sólido arraigo en el marxismo, la fenomenología y el existencialismo.

Las conferencias que se realizan el tercer miércoles de cada mes, a partir de las 19:30 horas, tienen como una de sus metas destacadas revalorar las aportaciones que las mujeres han hecho a la filosofía y mostrar que ésta, al menos la contemporánea, no es una forma de pensar solamente hecha por hombres.

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