La lucha de Trump

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Donald Trump llegó como un torbellino. Quienes dudaban si cumpliría sus promesas de campaña y apostaban que matizaría sus posturas al comenzar su período presidencial, se equivocaron. No obstante, es imposible que dure trotando a ese ritmo una larga carrera de cuatro años. Ya sea porque se vea obligado a detenerse, o porque los intereses del mercado y la oposición política lo frenen.   

El magnate convertido en presidente de Estados Unidos, llegará tan lejos hasta donde los intereses institucionales, económicos, sociales y mediáticos se lo permitan, consideraron especialistas del Centro de Estudios de América del Norte (CEAN) adscrito al Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).

José Arturo Santacruz Díaz Santana, director del CEAN, indicó que si bien Trump comenzó a tambor batiente su período presidencial, no es probable que dure cuatro años desgastándose de esa manera, y hasta puso en duda que pueda obtener la reelección.

“Trump llegará tan lejos como los contrapesos institucionales se lo permitan. Ya sea el Congreso, el sistema judicial, los gobiernos estatales o los condados. Las ciudades ‘santuario’ (que no persiguen a inmigrantes cuya única falta haya sido ingresar ilegalmente a Estados Unidos) tienen derechos bien establecidos. Este pleito se puede judicializar y lo pueden terminar ganando estos actores. Y también, Trump llegará hasta donde permitan contrapesos sociales como los ambientalistas, las feministas, los defensores de derechos humanos y la misma prensa, con la que tiene pleito casado. La hostilidad mutua es más que evidente, sobre todo con The New York Times, Washington Post, y CNN”.

 

El papel de México
La seguridad es la carta con la cual México podrá presionar en las negociaciones con el nuevo gobierno de Estados Unidos, ya que la posición de nuestro país en esa materia sigue siendo estratégica para la relación bilateral.    

“Trump, además, pone en riesgo la relación con México, que ha sido su aliado desde los años 30, importantísimo en la Segunda Guerra mundial y la Guerra Fría. Ningún presidente se ha atrevido a cuestionar ese papel que tiene México para la seguridad de Estados Unidos y Trump lo está haciendo. Es una apuesta bastante arriesgada”, señaló Jorge Chavat, profesor invitado del CEAN.

Agregó que  en el tema de seguridad es donde México tiene una gran capacidad de presión, y es la carta que debe jugar, porque mal que bien, México es un país clave en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.

Anular el TLCAN no es el fin del mundo
Miguel Ángel Sigala Gómez, investigador del CEAN, agregó  que es inminente el final del Tratado de Libre Comercio de América del  Norte (TLCAN), pero eso no debe ser visto como una tragedia.

Jonathan Luckhurst, también investigador del CEAN, apuntó que hay seis millones de trabajadores en Estados Unidos relacionados con actividades del TLCAN y otros nueve millones en Canadá, por lo cual habría efectos negativos al revertirlo. “Desafortunadamente la lógica de Trump es de suma cero, no piensa en términos de ganar-ganar, especialmente en el contexto internacional”, subrayó.

“Trump está luchando contra el mercado y a quienes lo han hecho, históricamente, no les ha ido muy bien, y terminan por ceder. Es muy probable que el TLCAN acabe cancelándose, lo cual mete a México en un problema a corto plazo, pero a mediano el país redireccionará su libre comercio”, agregó Jorge Chavat.

Respecto al muro fronterizo —proyecto firmado en una orden ejecutiva por Trump el 25 de enero— señalaron que éste representa un monto marginal considerando la magnitud del Producto Interno Bruto de Estados Unidos, por lo cual no necesitan del dinero mexicano para construirlo; sin embargo, finalmente se trata más de un asunto simbólico, un golpe de autoridad y el cumplimiento de una promesa de campaña, que aunque fue simple, resultó eficaz para obtener votos. De allí la importancia que tiene el tema para el magnate.

Resaltaron además que con la llegada de Trump sucedió lo inesperado: que Andrés Manuel López Obrador externara su apoyo al presidente de México, Enrique Peña Nieto. “Pareciera un mundo bizarro”, añadió Chavat.

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