La lepra es real y controlable

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La lepra es una de las enfermedades más antiguas de la historia de la humanidad y la menos contagiosa de las enfermedades infecciosas. A pesar de que en la época del presidente Luis Echeverría, en un decreto presidencial informó que estaba erradicada la tuberculosis y la lepra, los casos han seguido registrándose.

De acuerdo a información del doctor Manuel Sandoval Díaz, coordinador estatal del programa de micobacteriosis de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), en lo que va de 2014 se han registrado dos casos: uno en la zona metropolitana de Guadalajara y otro en Puerto Vallarta.

“Tenemos un programa permanente de detección de casos. Hacemos el estudio de contacto con personas o familiares que han convivido con enfermos de lepra y de esa manera hemos encontrado los casos”, informó el funcionario. Añadió que en 2013 hallaron 18 pacientes con la enfermedad y 15 en 2012.

“Somos un estado endémico, uno de los cuatro del país en el que tenemos un número importante. Hacemos una búsqueda exhaustiva, porque sabemos que por cada caso que conocemos, hay uno desconocido. Además, hace 10 años teníamos en tratamiento 160 casos y actualmente sólo 42”, resaltó Sandoval Díaz.

Ante la pregunta ¿por qué no se ha podido erradicar la lepra?, la experta en el tema e investigadora del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Mary Fafutis Morris, explicó que “la microbacteria causante de esta patología no se ha podido cultivar in vitro. Cuando uno puede tomar una bacteria y ponerla en un medio de cultivo enriquecido con ciertas sustancias, la bacteria crece y entonces podemos conocer su metabolismo y saber cómo se desarrolla o qué debemos hacer para alentar su crecimiento”.

Indicó que los países desarrollados realizan investigación en este tema. Incluso la Universidad de Guadalajara trabaja en colaboración con investigadores de Japón y Estados Unidos.

A pesar de que estos países no registran nuevos casos de lepra —excepto los que emigran—, han invertido en el estudio de este padecimiento. Por el contrario, donde menos investigación se realiza al respecto es en México.

A escala local, el funcionario de la SSJ informó que los medicamentos para el tratamiento son provistos por la Organización Mundial de la Salud, a través de la Organización Panamericana de la Salud, por lo que sólo se invierte alrededor de un millón de pesos anuales para abastecer los materiales e insumos necesarios para el diagnóstico.

La experta en lepra informó que trabaja en un estudio que busca marcadores genéticos relacionados con la susceptibilidad a desarrollar lepra, ya que no cualquier persona se contagia. Dicho estudio involucra a 150 pacientes

“Tenemos familias en las que un solo miembro desarrolla la enfermedad, pero hay otras donde dos hermanos la padecen. ¿Qué tienen en común estos dos hermanos para haber desarrollado la enfermedad y no el resto de los siete elementos de la familia?”.

Para la investigadora de la UdeG, buena parte de la población cree que la lepra es una enfermedad bíblica que ya no existe y poco la consideran un importante problema de salud. Además, la desinformación ha fortalecido estigmas como el que se contagia fácilmente, al grado de que los pacientes con lepra eran recluidos en leprosarios.

“Los leprosos son vistos como individuos apestados, pero en la actualidad sabemos que es la menos contagiosa de las enfermedades infecciosas. Hay un mito que asegura que acercarse a alguien con lepra es suficiente para contraerla, lo cual no es cierto […] Se supone que cuando un paciente se encuentra en la fase lepromatosa de la lepra, es decir, cuando tiene la mayor carga de bacilos en su cuerpo, se cree, pero no está comprobado, que las gotitas de saliva que expele puede llevar grandes cantidades de bacilos y si entran por la vía oral a otro individuo que no está con el sistema inmunológico suficientemente fortalecido, puede ser un blanco para desarrollar lepra, pero además debe tener el factor genético”.

En cuanto al diagnóstico, tratamiento y control de la lepra, la atención es totalmente gratuita en Jalisco, por lo que resulta importante que la población esté atenta a síntomas como aparición de alteraciones en la piel o manchas con menor o mayor color que el resto de la piel, que no tienen vello, que carecen de sensibilidad o dolor y que no “sudan”. En estos casos es necesario realizarse un diagnóstico clínico de lepra. La enfermedad es cien por ciento controlable.

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