Después de diversas mesas de diálogo con instancias federales, hay expectativas de solución al problema presupuestal de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
En sesión permanente del Consejo General Universitario (CGU), Marco Antonio Cortés Guardado, Rector general de la UdeG y presidente del consejo, pidió voto de confianza a los consejeros al no dar a conocer números, pero reconoció que “los montos que se están negociando, no son los 701 millones de pesos. Insisto: estamos valorando que la cantidad sea lo razonable (para la Universidad)”.
El no ofrecer cifras de las negociaciones es por un compromiso con la Secretaría de Gobernación (Segob) para “el manejo civilizado del asunto. Con esto, estamos demostrando que somos capaces de manifestarnos de manera contundente, y de hacer pausas con toda la prudencia que se requiera con el fin de no entorpecer las negociaciones”.
Un esquema de solución
Después de varias reuniones en la Ciudad de México, la Segob ha planteado un esquema de solución que atiende al problema de fondo estructural financiero de la Universidad.
Al respecto, Cortés Guardado refirió que la Secretaría de Gobernación indicó de manera enfática que de llegar a un acuerdo una propuesta hecha, se instalaría una mesa de negociación entre el gobierno de Jalisco y la UdeG, frente al gobierno federal.
En esta mesa participarían la Segob, Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Hacienda para encontrar vías de respuesta del Gobierno Federal al tema del presupuesto regularizable que otorga éste a la UdeG.
“Es decir, el tema del 52 y 48 por ciento en la composición del presupuesto de la UdeG. Buscar mecanismos por los cuales el gobierno federal puede empezar a recuperar su participación hasta alcanzar el 52 por ciento y que el gobierno del estado pudiera regresar al 48 por ciento”. Actualmente la Federación otorga el 48 por ciento y el gobierno estatal 52 por ciento.
“La solución es que la participación del gobierno federal crezca de manera más importante que como lo ha venido haciendo en los últimos años, se necesita una aportación extra sustancial de la Federacion durante los próximos años a la Universidad”.
La voz de los consejeros
En su participación el maestro Tonatiuh Bravo Padilla, consejero y rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, reconoció el trabajo de la Comisión de Hacienda tras exponer a instancias federales el problema universitario.
Comentó que la lucha de la Universidad ha puesto en debate el tema financiero y de sustentabilidad de la educación superior, así como la obligación del Estado y del Ejecutivo local y federal en torno a la participación en el financiamiento de la universidad.
Expresó que como nunca en la comunidad universitaria se ha debatido y cobrado conciencia de la importancia a largo plazo de la sustentabilidad de la matrícula, de los programas de la Red Universitaria en el tema del financiamiento. Además, “se ha logrado generar en la sociedad una conciencia muy importante. Es del conocimiento social el tema de los problemas de financiamiento por los que atraviesa la Universidad”. Tanto que instituciones como la UNAM, Cámara de diputados, ANUIES y otras, se hayan solidarizado y hechos suyos los planteamientos de la UdeG.
En esto coincidió César Barba Delgadillo, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios, al referir que “si bien no hemos encontrado diálogo en el Estado, el éxito radica en que el Ejecutivo federal toma en serio a la Universidad”. Es sensible, consciente de sus necesidades y da su justa dimensión, al reconocerla como una Universidad importante.
Al tomar la palabra, el consejero Roberto Castelán Rueda apuntó que la Universidad de Guadalajara se funda después de iniciada la Revolución mexicana. Es producto directo de ella, y ha heredado principios, valores y elementos esenciales por los cuales comienza la Revolución.
Cien años después “seguimos teniendo la obligación, el deber de refrendar los principios, valores y causas de la Revolución mexicana. Tenemos que decirle a un gobierno del estado de Jalisco: la educación pública existe, hay que atenderla. La educación pública no fue producto de una dádiva, de un dictamen. Fue un producto de luchas sociales que hoy conmemora su centenario”.
Para finalizar dio su voto de confianza al presidente del CGU, y, dijo, que “la prudencia no significa cobardía”, al referirse a la posición flexible al diálogo para una salida razonable al conflicto.
