Juntos por el cambio climático

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    Esta semana, con ocasión del Día del agua, se realizaron muchos eventos y muchos grandilocuentes discursos proliferaron en eventos oficiales y los medios. Pero como quien dice, las palabras se las lleva el viento; los huracanes, también, los tornados, las mareas y todos los cataclismos que oscurecen un futuro que ya es presente. Porque, si algo es verdad, es que el cambio climático ya está aquí. Y sus consecuencias también.

    Lo que no hay, es conciencia, acciones y voluntad de actuar.

    Y no estoy hablando nada más de voluntad política. Porque siempre es fácil echarles la culpa a los gobiernos —que sí, la tienen—, pero la culpa es de todos. De los grandes y pequeños empresarios, que antepones una ganancia inmediata y efímera al fututo del planeta y la humanidad; a nosotros mismos, que, como se dice en Guadalajara, vamos hasta al Oxxo en coche; tiramos basura por doquier —buen ejemplo son los letreros en carretera de “no tires basura”, rodeado siempre de montones de desechos—, y tampoco no quejamos.

    Tal vez porque pensamos en el cambio climático en algo distante, que no nos concierne: qué importa si hace más calor, si aumentan los niveles de los océanos, si se derrite el hielo, si hay huracán en la costa; pos yo vivo en “guanatos”. Ah bueno, entonces mejor infórmense de los daños que todo esto provoca a su salud: empezando por lo que respira hasta lo que comes. ¡Salud!

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