Juntos es mejor

    769

    La región de los Altos no ha sabido aprovechar el potencial que tiene para instalar por lo menos dos grandes clústers relacionados, uno, con  la industria avícola  y el otro con el turismo médico; pues si bien ya cuenta con empresas que producen la mitad del huevo del país y con un conjunto de hospitales que atienden al mercado regional, no se ha dado el siguiente paso de articular una interrelación triple hélice y generar proveedores locales, expresó el jefe del Departamento de Estudios Organizacionales, Juan Jorge Rodríguez Bautista.

    El académico del Centro Universitario de los Altos, cuya línea de investigación es la identificación de clústers productivos en todo Jalisco, señala que  no es suficiente tener empresas del mismo giro, sino generar toda una inercia para el funcionamiento como clúster.

    “Son diferentes etapas de consolidación. Desde llegar a una simple aglomeración hasta convertirse en un clústers productivo. La aglomeración es simplemente un conjunto de empresas que están juntas en un espacio determinado, que por lo general se dan en las zonas urbanas. Pero para un clústers productivo debe haber ciertas condiciones de interrelación, no solamente en ámbito productivo sino en términos de carácter organizacional, cuestiones de política social o económica y la interacción entre empresa, gobierno y sociedad”.

    En sus estudios que realizó a lo largo de Jalisco, Rodríguez Bautista detectó varias aglomeraciones productivas que tienen potencial para desarrollarse como clústers, y otras que están en pañales y quizá no logren generarse, porque se necesita por lo menos de un lustro a una década para consolidarse.

    “En el estado hay clústers bien consolidados. Por ejemplo en Vallarta, con el sector turismo que ya incluye a los servicios médicos. En Guadalajara está todo lo que es el clúster de la industria electrónica que desde la década de los 60 empezó a gestarse. En el caso de los Altos y concretamente en Altos Sur, existen indicios para desarrollar la industria del huevo como clúster”, señala.

    Actualmente en los Altos se produce el 53 por ciento del huevo que se consume en el país y  su más cercano competidor apenas raya en el 10 por ciento. Pero a pesar de esa hegemonía, Rodríguez Bautista explica que no se puede considerar aún como clúster porque los proveedores de servicios que se requieren provienen de Guadalajara y las políticas públicas que abonan a esta rama vienen de la Federación, y prácticamente no se involucran los ayuntamientos.

    “Otro clúster que se está configurando de alguna manera es el clúster de los servicios médicos, y esto se da precisamente por toda la experiencia que se da aquí en CUAltos con la formación de médicos, de enfermeras, de psicólogos, de dentistas que de alguna manera está enriqueciendo la conformación del sector público de salud y también de hospitales privados”.

    Detalla que en Tepatitlán se han instalado clínicas y sanatorios con especialidades y por ello de toda la región acuden a atenderse. A esto se suma que los migrantes aprovechan los precios más competitivos. En Jalisco se ofrecen tratamientos desde un 40 a casi un 80 por ciento más baratos de lo que cuestan en los Estados Unidos, y Tepatitlán está incluida en ese tipo de dinámica. Con una estrategia correcta, el especialista estima que el municipio podría competir  hasta con Aguascalientes.

    “El detalle es la colaboración de distintos actores que deben participar en el proceso productivo. Pero no hay una interacción con otros actores, por ejemplo gobiernos municipales, que a veces son rebasados por esa producción que se tiene. Y no hay un vínculo en términos de tecnología o proveedores de alta calidad, a tal grado que los proveedores que atienden sus necesidades no están localizados aquí en la región, sino en Guadalajara, en León o incluso en la Ciudad de México”.

    Afirmó que la estrategia debe ir encaminada a que los proveedores puedan desarrollarse en la región, con la intención de aprovechar recursos naturales, mano de obra e infraestructura que existe y pueda verse la zona beneficiada con la generación de empleos o un incremento en los ingresos de la población, lo cual traería un efecto multiplicador en bienestar de todos.

    “Sí hay un alto potencial. Pero no hay políticas estratégicas para poder generar un clúster productivo en el caso de la industria del huevo y en el turismo médico”, afirmó.

    Artículo anteriorLucha en la cima
    Artículo siguienteEmprenderán acciones conjuntas contra influenza zika chinkungunya y dengue