José Abraham Estrada Sierra

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    El sueño olímpico está a punto de hacerse realidad para José Abraham Estrada Sierra. Recientemente clasificado a los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, a celebrarse a partir del 7 de septiembre, donde por primera vez será incluido en el programa de competencia el triatlón, el estudiante del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) será el primer mexicano en participar.

    Pero a Brasil no viaja solo: lleva una maleta llena de sueños y motivación, acompañado de 17 integrantes de su familia, quienes han sido testigos del esfuerzo y dedicación que ha puesto “El Oso” para alcanzar esta meta.
    Previo a su participación olímpica viajará en próximos días a Holanda para asistir a una competencia, para posteriormente regresar y quedar concentrado en su preparación.

    ¿Cómo inicia tu gusto por el triatlón?
    Desde niño siempre me gustó el deporte, practiqué futbol, karate y me invitaron a participar en triatlón; me gustó mucho que fuera tan competitivo, tan desgastante y eso fue lo que me llevó a mantenerme aquí por 10 años.

    ¿Cuáles han sido los logros más destacados?
    Los primeros 3 o 4 años fueron de juego, ir a entrenar, no era una profesión, después vinieron años de ir a competir a nivel nacional y participar en competencias fuertes. En los últimos dos años fue cuando de verdad sobresalí: fui a una Olimpiada Nacional convencional, después me invitan al paralímpico, empiezo a competir fuera, en Estados Unidos en una Copa Panamericana en 2014 gané medalla de bronce y me dije: sí hay competencia, me va bien y está difícil. Después fui a un mundial a Canadá y obtuve el quinto lugar, seguí compitiendo a nivel nacional y fui al mundial de Chicago, donde quedé en quinto; gané bronce en otra Copa Panamericana y este 2016 es el año que me ha impulsado, ya que en una Copa Panamericana en Florida obtuve plata, igual que en el mundial en Yokohama.

    ¿Soñabas con la Olimpiada?
    Un día me dije: sí, Olímpicos, pero lo veía muy lejos, y de pronto lo vi cerca, y luché y ya estoy aquí. Siento mucha emoción, era el sueño, y por fin se logra. Aparte del sueño son las ganas y la emoción de despertarte y decir: hoy tengo que entrenar fuerte porque voy a los Juegos.

    ¿Cuánto te costó alcanzar la meta?
    Muchísimo, nos costó a mi equipo, a mi familia, a la federación, el esfuerzo no es sólo mío. Han sido jornadas intensas de entrenamiento: nado, corro, voy a rodar, además de gimnasio. Hay que saber llevar el sueño y todos los días echarle más ganas. Mentalmente tengo un psicólogo, él me ayuda a mentalizarme, a hacer cosas diferentes para sentirme triunfador.

    ¿Cuál es la meta para los Juegos Paralímpicos?
    Divertirme y hacer mi mejor competencia; si te diviertes y esfuerzas los resultados llegan solos. A los rivales los conozco muy bien y estoy entrenando para ganarles, ellos también entrenan para ganar y ya dirán los resultados quien se preparó mejor.

    ¿Qué representa ser el primer mexicano en participar?
    Emoción y presión, porque no sólo quiero ser el primer mexicano que va, si no ser el primero que va y gana una medalla. Mi filosofía es tener el objetivo en la mente y esforzarme cada día más.

    ¿Qué papel ha jugado tu familia?
    Un atleta no es tan fuerte si no tiene una familia que diario lo esté apoyando, la familia es una parte fundamental en tu camino, si te empiezas a sentir cansado o deprimido es la que te impulsa a seguir.

    ¿Qué tan difícil es combinar el deporte con la escuela?
    Voy en cuarto semestre de Ingeniería biomédica, los maestros me apoyan al igual que mis compañeros, voy a dejar un poco en pausa la escuela, pero voy a continuar porque es algo que me gusta mucho.

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