Jaime López

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Jaime López, compositor y cantante tamaulipeco, es considerado uno de los más grandes intérpretes de rock en la escena nacional, aportando con su obra un importante legado a la cultura popular del siglo XX. Como compositor, las propuestas de sus letras son inteligentes y desinhibidas fuera del ámbito comercial de la radio y la televisión, con las que describe y denuncia las cotidianidades de la sociedad mexicana.

El autor de “Chilanga banda” se apropiará de la intimidad del Teatro Vivian Blumenthal este próximo 5 de julio en el Miércoles Alternativo, para presentar A solas on the rock, un concierto en el que explorará la diversidad de sus melodías, fusionando la esencia de las letras, la voz y el cuerpo al sonido de guitarra, logrando crear un ambiente musical profundo y equilibrado que brinde un toque renovado y especial a cada canción.

¿Por qué decidiste realizar un monólogo?
Me he relacionado mucho con gente de teatro, y en un momento de mi vida parecía que la actuación sería mi vocación; sin embargo, la música siempre fue mi prioridad. En A solas on the rock uní mis dos elementos esenciales: el teatro y el rock. Decido hacer un concierto donde toco y canto a solas, forjado a partir de la memoria de la dramaturgia, hago canciones que parten de vivencias personales y, al interpretarlas en un escenario poblado únicamente por mi presencia y guitarra, represento la experiencia teatral de un monólogo, en este caso musical. En otras ocasiones combinaba —de forma directa y aislada— fragmentos teatrales con mi música; ahora fundo las dos disciplinas en un único concepto.

¿Qué representa para ti el humor en tus composiciones?
El sentido del humor es algo inevitable, es un símbolo patrio, más que la bandera o el himno. Es como la raza. La lengua es la raza, hables donde hables, aparte de los sonsonetes o los giros locales. El sentido del humor unifica esa lengua. La lengua siempre está activa. Las instancias de poder tratan de congelar el humor, la lengua. Cuando sacrificas tu risa a una causa, se pierde el factor sorpresa. Simplemente uno descubre el humor en la lengua según lo que haga: yo canto. El humor lo percibo como un fluido o corriente alterna entre los extremos de la solemnidad y la hilaridad. No es sólo el chistorete o la carcajada o la hilaridad, es un conductor importante de ideas, que guía con amenidad. A mí me llevó a la filosofía.

¿Cuál es el lenguaje expresado por el rock?
No encuentro divisiones entre el rock en español y el rock en inglés, ya que puede expresarse en ambos, o en francés o en turco porque, después de todo, es una lengua en sí. Si tuviera que señalar qué aporte he hecho a este género, diría que he enriquecido su lenguaje, sin pretender hacer “autodivisiones”. Alguna vez comprobé en el extranjero que no necesitaba traducir mis canciones para que el público las comprendiera y las hiciera suyas. Al paso del tiempo descubrí que el idioma natural puede ser también un instrumento. Como mencioné, la lengua es la raza, no es tanto una vía sino un punto de contacto. Es un tópico difícil, porque regularmente sale a colación el racismo en su sentido oscuro. Pero si debiéramos catalogar a los seres humanos, la manera más humana de hacerlo sería partiendo de la lengua que hablan, admitiendo de entrada que ninguna es mejor ni más importante que otra. Yo escribo canciones de rock y soy mexicano, por eso el español es uno de mis instrumentos principales, lo otro, la “fusión” musical, ya viene dada.

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