Investigan embarazos adolescentes

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El embarazo adolescente puede ser considerado un indicio de baja autoestima y de disfunción familiar. Con esta premisa, un equipo de ocho profesores de la Preparatoria 12 realizan el estudio “Relación entre funcionalidad y autoestima en las alumnas adolescentes embarazadas o con hijos en una preparatoria de la Universidad de Guadalajara”.

“El objetivo es establecer la relación entre el funcionamiento familiar, la autoestima y el embarazo o la maternidad adolescente. Queremos confirmar nuestra hipótesis, la cual surge a partir de la revisión de estudios que confirman que la autoestima y los problemas en la familia son considerados un factor de vulnerabilidad o de riesgo”, explicó la jefa del Departamento de Servicios Educativos de la preparatoria, Gema Ignacia Martínez Morales. 

La autoestima es “la capacidad que tenemos de valorarnos a nosotros mismos y de amor propio”. Dentro de las manifestaciones de amor propio, explica, “se encuentra tener asertividad en las decisiones que tomamos, por eso creemos que la autoestima en un adolescente puede estar baja cuando no toma una decisión acertada”.

En este plantel detectaron, hasta el calendario 2016-A, 66 casos de estudiantes que son madres o que están embarazadas, de los más de seis mil estudiantes en total. También existen alumnos también que son padres, pero no son tomados en cuenta en esta cifra. En México, ocurren al año 400 mil partos en menores de edad, que significan el 20 por ciento del total de los nacimientos.
“Tenemos un programa en la Preparatoria a través del cual los apoyamos para que no haya deserción escolar. Promovemos talleres y les otorgamos becas. En todos los semestres hay casos”, añadió la docente.

Hasta el momento, en ninguno de los 66 casos detectados el embarazo ha sido una decisión que forme parte del proyecto de vida de las adolescentes, afirmó Martínez Morales. Este hecho se suma a lo que han comprobado varios estudios, los cuales afirman que ser padre adolescente no siempre se debe a falta de información sobre métodos anticonceptivos.

“Creemos que más bien es un momento de inseguridad. Además, para las adolescentes es muy importante la aceptación entre pares, de sus iguales, de sus relaciones afectivas. Si está afectado el asunto de la seguridad personal y de la toma de decisiones asertivas, es muy probable que haya un embarazo”.

Afirma que ante las carencias emocionales en la familia, factor denominado “desnutrición emocional” o “nutrición relacional”, es probable que los adolescentes caigan en situaciones de riesgo con mayor facilidad en la búsqueda de cubrir estos satisfactores que no tuvieron en el seno familiar.

Para realizar el estudio, a inicios del mes de septiembre aplicarán dos escalas de evaluación. Una de ellas analiza la calidad de la comunicación familiar y la otra explora, a través de diez ítems, cuestiones relacionadas con la autoestima. Asimismo, los investigadores tomarán en cuenta teorías de la terapia familiar sistémica, las cuales sustentan el marco teórico del estudio, además de trabajos de expertos en el estudio sobre adolescentes.

La intención es concluir esta etapa en diciembre y posteriormente realizarán talleres con los padres de familia y alumnos, así como actividades extracurriculares que permitan prevenir el embarazo a temprana edad.

Martínez Morales adelantó que las buenas relaciones familiares pueden ser consideradas “factores protectores” ante situaciones como ser padres a temprana edad: “Es necesario entender lo importante que es la familia como conformadora de competencias sociales para los adolescentes”.

Este proyecto fue beneficiado con un apoyo económico a través de la convocatoria “Fomento a la investigación educativa en el Sistema de Educación Media Superior 2016”. Participan los profesores: Bárbara Juárez Reynoso, Hortensia Álvarez Jiménez, Sandra Reyes Aguilera, Elvia Villalobos Vega, Teresa Esparza Fernandez, Tania Cano Briseño, Laura Burgos Mora y Fausto Chagoyán Amaral, además de tres estudiantes de quinto semestre del Bachillerato Tecnológico en Química: Perla Vázquez Luquín, Ingrid Torrico Olivares y Jesús Vargas García.

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