Hepatitis C el virus que acecha

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En México existen alrededor de 800 mil personas con hepatitis C, una enfermedad que puede ser asintomática hasta por 15 años, declaró el infectólogo del hospital civil “Fray Antonio Alcalde”, Héctor Raúl Pérez Gómez.
Indicó que hasta el momento no hay vacunas para controlar la dispersión del virus hepático y los medicamentos en venta solo curan al 50 por ciento de los infectados.
Por si fuera poco, las medicinas son costosas, un tratamiento por seis meses puede ascender a más de 60 mil pesos.
La infección se transmite de manera similar al sida: por vía sexual, transfusiones de sangre y agujas contaminadas durante la aplicación de tatuajes o el consumo de drogas intravenosas.
“A diferencia de la hepatitis A, la C es crónica. Es una infección para la que no hay vacuna. Se han hecho diversos intentos, pero ninguna de las fórmulas ha tenido éxito.
“La enfermedad va por etapas. La más avanzada es cuando el paciente desarrolla cirrosis y cáncer hepático hasta llegar a la muerte”.
Según Pérez Gómez, el 80 por ciento de las personas que adquieren la infección detectan la enfermedad cuando ya es crónica y la degradación del hígado está avanzada.
“Los síntomas no son agudos, como en la tipo A, que es transmitida vía oral y no tiene secuelas. La hepatitis C surge cuando la persona lleva muchos años de haberse contagiado y ya ha ocurrido un daño hepático significativo, e incluso es posible que esté en fase de cirrosis. Ahí es cuando pueden empezar a aparecer los síntomas”.
A los cinco o 15 años del contagio, el sujeto percibe los primeros indicios: pérdida de peso, dolores musculares y articulares, depresión, sudores nocturnos y otros síntomas parecidos a los que provoca la cirrosis, como el cúmulo de líquido en el abdomen, sangrados (internos o externos) y encefalopatía.
Es tal la degradación que genera la hepatitis C, que de acuerdo con Pérez Gómez, es la segunda causa de trasplante hepático; la primera la origina la cirrosis alcohólica.
En la actualidad, solo el 50 por ciento de los contagiados encuentra alivio. El medicamento para una semana cuesta alrededor de tres mil pesos, y para alcanzar la cura se requieren por lo menos seis meses de tratamiento, cerca de 64 mil pesos, sin contar los exámenes clínicos y el pago al médico.
Por supuesto, el promedio de los mexicanos infectados carece de los recursos para costear su cura, de ahí que solo el 20 por ciento tiene acceso al tratamiento, ya sea con recursos propios o con apoyo de alguna institución.
Al hospital civil de Guadala-jara cada año llegan 70 nuevos pacientes con la enfermedad, reportó Pérez Gómez.
Una ruta frecuente para detectar la hepatitis C son los bancos de sangre: el donador llega sin síntoma alguno y de manera incidental le dicen que lleva cinco o más años enfermo.

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