Helen Ladrón de Guevara Cox

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La labor humanística del bibliotecario es fundamental para un mejor país. Su labor va más allá de ordenar y entregar libros a préstamo. Quienes desempeñan esta labor profesional, son en realidad guardianes del derecho a la información. Y las bibliotecas, al ser centros de resguardo del conocimiento, se convierten en motores para la mejora de vida de las personas. Esta filosofía de vida ha impregnado la carrera profesional de la maestra Helen Ladrón de Guevara Cox.

Pionera y promotora del desarrollo de las bibliotecas en Jalisco y el Occidente del país, maestra en Bibliotecología por la Universidad de Nueva York,  ha recibido múltiples premios en México y en el extranjero. El más reciente, el Premio Jalisco 2017 en el ámbito laboral.

“Le dije al señor gobernador que al recibir este premio sacaba de la invisibilidad al bibliotecario. Es la primera vez en la historia del Premio Jalisco que se reconoce a uno. Los bibliotecarios están como en el teatro, entre bambalinas, moviendo lo que propicia un buen espectáculo. En las bibliotecas es lo mismo”.

Una trayectoria admirable
Comenzó trabajando en la biblioteca del Palacio de Gobierno, y al detectar que en la calle Manzano había una bodega que resguardaba documentos y estaban deteriorándose, propuso un proyecto para rescatar ese acervo. Fue nombrada Directora fundadora del Archivo Histórico de Jalisco. Posteriormente, en 1978 pasó a la Universidad de Guadalajara y fue la primera mujer directora del Instituto de Bibliotecas de esta Casa de Estudio. Emprendió la unificación de servicios bibliotecarios y sistema de clasificación en 50 bibliotecas del área metropolitana, en licenciaturas, maestría y preparatorias. Para ello tuvo que vencer muchas resistencias.

“Se necesita tener las faldas bien puestas, para decir, este es el sistema. Por decirte que en alguna biblioteca me salió una bibliotecaria con pistola”.

Otra de las labores que más le enorgullece es haber conducido el plan maestro para la nueva Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola, junto a arquitectos y otros profesionales de distintas disciplinas, con el objetivo de crear un inmueble moderno que cubra los estándares internacionales

El libro no va a morir
Ladrón de Guevara está convencida de que el libro seguirá sobreviviendo a todos los cambios tecnológicos y seguirá adaptándose. Es de la idea que los gobiernos deben invertir en educación y en bibliotecas

“Seguimos estando en el Tercer mundo porque no le hemos dado la importancia que tiene la facilitación del acceso a la información y a la diseminación de la información, porque todo eso cuesta”.

Su filosofía siempre ha estado basado en el respeto de derechos humanos, como el derecho a la información, ¿por qué cree en este derecho fundamental?
El primer mundo está bien informado, cualquier persona tiene acceso a esa información y va a exigir mejores políticos, va a exigir que no haya corrupción, va a exigir libertad de expresión, que es en lo que yo creo: la libertad de acceso a la información, quitar los obstáculos.

Creo firmemente en el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que se refiere a que todo ser humano tiene derecho a la libertad de acceso a la información, la libertad de expresión, sin importar las fronteras y no tener represalias. ¿Qué está pasando con nuestros periodistas? Ahí están las represalias. Es horroroso que eso suceda en pleno siglo XXI. ¡Por eso el rol de las bibliotecas es fundamental!

Creo en lo que hago
Ladrón de Guevara continuará con su labor en pro de la educación y el acceso a la información. La historia y la bibliotecología, seguirán siendo sus grandes pasiones.

 “Yo soy una mujer completamente feliz en lo que hago. Y creo en lo que hago. Hay que tener disciplina, metodología y hacer lo mejor posible, actuar de la mejor forma en la profesión que hemos elegido”, concluye.

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