Hasta siempre Eduardo Galeano

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Ojalá podamos ser desobedientes,
cada vez que recibimos órdenes
que humillan nuestra conciencia o
violan nuestro sentido común.
Eduardo Galeano

Ha partido el poeta, pensador y periodista uruguayo Eduardo Galeano. Un referente vital para la izquierda hispanoamericana, cuya labor periodística y literaria fue reconocida por su comprometida voz crítica. Prolífico autor que nos legó más de cuarenta libros, entre los que destacan Las venas abiertas de América Latina, Días y noches de amor y de guerra, Memoria del fuego, El libro de los abrazos y Espejos.

Desde 2007 libraba una batalla contra el cáncer de pulmón que lo había llevado en más de una ocasión a ser internado y disminuir su actividad pública. Su más reciente recaída ocurrió hace algunas semanas y se encontraba en estado grave, en un hospital de Montevideo, la capital uruguaya.

“Yo aprendí hace muchos años que la vida consiste en elegir entre indignos e indignados, y yo estoy siempre con los indignados”, dijo el más universal de los uruguayos en una entrevista hace poco más de un año.

Historiador de la tragedia y la esperanza latinoamericanas, narrador de las contradicciones y de los esfuerzos por construir un modo hispanoamericano de ser y estar en el mundo, periodista de la condición humana, la convulsión social y los intentos revolucionarios por resarcir un mundo injusto, escritor íntimo, profundo, conmovedor, inteligente y divertido, militante de la libertad, el diálogo y la tolerancia, ciudadano de un mundo al revés que nunca se conformó con él, quien nos enseñó que el principio de la transformación está depositado en las pequeñas acciones hechas por pequeñas personas desde pequeños lugares.

Galeano, el gran Galeano, decía sin cortapisas que la dictadura más peligrosa y universal es “la de los amos de las finanzas”. Su horror a las dictaduras era casi biológico. En 1973 salió de Uruguay, luego del golpe cívico-militar que Juan María Bordaberry encabezó; se autoexilió en Argentina hasta 1976, año en el que se produjo el golpe militar que llevó a Jorge Videla al poder. Desde entonces la denuncia de la injusticia y el autoritarismo marcarían su prosa y su poesía.

Amigo incondicional del pueblo mexicano, fue uno de los primeros intelectuales en apoyar el movimiento Zapatista de Liberación Nacional, y en mostrar su admiración y respeto por la pugna indígena para alcanzar condiciones de vida dignas. Siempre solidario con las luchas de los oprimidos y desposeídos en América, recibió en 2013 el Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad de Guadalajara; en la exposición de motivos que las Comisiones Permanentes Conjuntas de Educación y Hacienda dirigieron al Consejo General Universitario para promover la propuesta de entregar el más alto reconocimiento universitario a Galeano, señalan: “…huye explícitamente de la imparcialidad, no busca la construcción de un discurso aséptico en el que los hechos y las gentes queden igualados por una mirada presuntamente objetiva. Su pretensión, y sin duda su logro, es reflejar el drama de América en su multidimensionalidad: el juego del poder; la lucha de los oprimidos en pos de su emancipación; la creación de un arte y una literatura genuinos… El punto de vista es abiertamente partidista, rechazando todo aquello que ha instalado a América Latina en una subordinación que se pretende inevitable y la brutal explotación y el aniquilamiento a que han sido sometidos los pobres de todo el continente…”.

Su mirada rebelde y su crítica mordaz abarcaron terrenos más allá de la política. Hincha orgulloso del Nacional de Montevideo y admirador de Lionel Messi (del cual decía que era el único jugador que le hacía soñar y amar) y de Neymar, puso su agudeza para escudriñar un poco el mundo del fútbol. En abril del año pasado, en una entrevista para el diario brasileño O Estado de Sao Paulo, señaló: “…hay dictaduras visibles e invisibles. La estructura de poder del fútbol en el mundo es monárquica. Es la monarquía más secreta del mundo: nadie sabe de los secretos de la FIFA, cerrados a siete llaves. Los dirigentes viven en un castillo muy bien resguardado”.

Amigo de trovadores, jefes de Estado, artistas plásticos, escritores, periodistas, líderes sociales, guerrilleros y hasta reguetoneros, siempre puso sabor en todo lo que tocaba. Para el video del disco Multiviral de los puertorriqueños Calle 13, grabó una introducción en la que habla del viaje entre la vida y la muerte y llama a no vivir con miedo: “…el miedo amenaza. Si usted ama tendrá Sida, si fuma tendrá cáncer, si respira tendrá contaminación, si bebe tendrá accidentes, si come tendrá colesterol, si habla tendrá desempleo, si camina tendrá violencia, si piensa tendrá angustia, si duda tendrá locura, si siente tendrá soledad”. Siempre fiel al ímpetu del superviviente, su filosofía de vida era que “para tener aliento, hay que tener desaliento, para levantarse hay que saber caerse, para ganar hay que saber perder y hay que saber que la vida es así nomás y que te caes y te levantas muchas veces”.

Buena jornada, eterno Galeano, te quedas aquí para siempre, ligado a la lucha de los desposeídos, el lado de los estudiantes y trabajadores, de los soñadores irremediablemente rebeldes, fundido con nuestra tierra y viviendo en lo más hondo de nuestros corazones.

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