Gobiernos federal y estatal deben suspender el acueducto El Zapotillo-León y transparentar el proyecto

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Desde 2014, investigadores de la Universidad de Guadalajara han identificado inconsistencias, expresado dudas y desacuerdos con los proyectos de construcción de la Presa El Zapotillo y su acueducto, con el cual pretende llevarse agua del Río Verde, en Los Altos de Jalisco, hasta León, Guanajuato.

A la fecha no se ha presentado de manera clara ni completa la información que los sustente, y tampoco han sido atendidas las recomendaciones del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua.

Hoy la Universidad de Guadalajara demanda a los poderes Ejecutivo federal y estatal que se suspenda la inminente construcción del acueducto, a fin de distender el conflicto generado en la región.

Asimismo, exige que garanticen la integridad de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, los poblados amenazados por la construcción de la presa; se optimice el consumo de líquido; se clarifiquen los criterios que se consideraron para la construcción de las obras y que de manera inmediata se entregue toda la información para responder los cuestionamientos en torno al multimillonario embalse.

A través de sus centros universitarios de los Altos y de los Lagos, la UdeG subraya que los proyectos han generado encono y discordia entre la población, porque su diseño e implementación han sido conducidos con nula transparencia y se han manipulado argumentos técnicos por razones políticas.

Esta Casa de Estudio demanda actuar con sentido de responsabilidad, pues ha faltado diálogo y sobrado soberbia para resolver el conflicto.

Según la modelación sobre el impacto del calentamiento global realizada por expertos de nuestra institución, los acuíferos están abatidos y será insostenible que se extraiga agua para trasvasar a León. Tampoco hay análisis adecuados de costo-beneficio social que incluyan criterios de equidad social y sostenibilidad.

Los jaliscienses desconocen además los criterios legales, financieros y de beneficio social considerados para concesionar el trasvase a una empresa como Abengoa, hoy en quiebra y liquidación.

La situación actual no requiere conflictos regionales. El problema no es entre Jalisco y Guanajuato: la Nación necesita elevar la mira en todos los terrenos.

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