Gobierno de claroscuros

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Con varios pendientes en el tema económico, pero con avances significativos en el renglón político, el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, llega a su primer informe de gobierno con un balance que raya en la medianía.

El catedrático del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Andrés Valdez Zepeda, explica que mientras los operadores del gobierno federal y los coordinadores parlamentarios del partido oficial han mostrado su experiencia y oficio político, las autoridades han quedado a deber en temas como la reducción de la pobreza, la generación de empleos y la seguridad pública.

El académico señala que para calificar de manera objetiva a un gobernante hay que tomar en consideración cuatro variables: compromisos de campaña y su cumplimiento; avances en las líneas genéricas del Plan Nacional de Desarrollo; comparativos con anteriores administraciones, así como la percepción ciudadana del desempeño gubernamental.

“Si tomamos en cuenta esas cuatro variables, creo que los resultados del actual gobierno en el primer año son relativamente medios. Los problemas centrales no se han resuelto, el desempleo es fuerte, el crecimiento económico bajo, y la inseguridad tampoco se ha resuelto. Las reformas hechas, algunas benéficas y otras menos”.

La percepción de que al gobierno le ha ido mejor en lo político que en lo económico se sustenta en el análisis de las cifras.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en julio la tasa de desempleo llegó a 5.12 por ciento, el nivel más alto de todo el año. Además, un informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) divulgado en julio, refleja que la pobreza aumentó en 11 entidades del país.

El mismo secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, admitió el miércoles 28 de agosto, en un foro con directivos de la banca privada, que la economía no despegó en este primer año de gobierno, y aunque el fenómeno no es nuevo, la reducción de la pobreza se estancó. “Seguimos teniendo el mismo porcentaje de pobres hoy en la economía mexicana que el que teníamos en 1980”, dijo, encogiéndose de hombros.

Un año crítico
Hechos como el Pacto por México, la Cruzada Nacional contra el Hambre y la reforma educativa han marcado los primeros nueves meses del nuevo gobierno. Tampoco han faltado escándalos como la detención de la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, la liberación de la francesa Florence Cassez y la exoneración definitiva de Raúl Salinas de Gortari.

El panorama luce álgido para el próximo año, pues en las Cámaras habrán de resolverse las reformas energética y de telecomunicaciones, y es inminente la presentación de una iniciativa para transformar el sistema fiscal.

En este contexto, resulta clave el Pacto por México, firmado en el Castillo de Chapultepec el 2 de diciembre de 2012, con los presidentes de los tres principales partidos políticos nacionales.

Se trata de 95 compromisos para impulsar las reformas pendientes para el país. Y aunque el acuerdo se ha tambaleado en varias ocasiones, sobre todo luego de las elecciones de julio pasado, aún sigue vigente.

“Sentar a las principales fuerzas políticas en la misma mesa demuestra el oficio político que históricamente ha caracterizado a los cuadros del PRI y es el logro más importante que tiene esta administración, junto con las reformas. No quiero descalificar las reformas (tienen unas cuestiones importantes), sin embargo, quiero acotar que no necesariamente han sido benéficas todas”, apunta Andrés Valdez Zepeda.

Al respecto, el especialista considera que la reforma laboral ha ido contra las conquistas históricas de la revolución mexicana, y que la reforma educativa, en lugar de enfocarse en mejorar la calidad docente, los planteles y la infraestructura, se concentra más en evaluar el desempeño de los maestros, por lo que no se puede decir que sea precisamente educativa.

“Esas reformas han tenido orientación a grupos de poder: esa es mi lectura”.
Otro de los pilares programáticos del actual gobierno ha sido la Cruzada Nacional contra el Hambre, y que busca beneficiar a más de siete millones de mexicanos.

Al respecto, Valdez Zepeda opina: “En materia de combate a la pobreza creo que todavía no ha alcanzado los objetivos y es también una asignatura pendiente a nivel nacional. A medida que la economía no crezca, será difícil generar expectativas para abatir la marginación social.”

Valdez Zepeda concluye sobre lo que espera para el segundo año del gobierno federal: “Todo gobierno debe focalizar los esfuerzos. No se puede resolver todo, pero si resolvieran tres problemas fundamentales, que tienen que ver con seguridad, economía ligada con pobreza y empleo, y la gobernabilidad o el acuerdo político, Peña Nieto sería mejor valorado y habría mejor sabor de boca entre los mexicanos. Pero hasta el momento no veo avances sustantivos o considerables en esas áreas, en esas ramas”.

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