Futbol en rosa

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    Su pasión por el futbol queda demostrada en cada movimiento dentro del terreno de juego. El amor por este deporte lo lleva en la sangre, al provenir de una familia futbolera, en que uno de sus tíos formó parte de la selección mexicana en los Juegos Olímpicos de 1972. Su padre la enseñó a jugar y su madre era la encargada de llevarla a los entrenamientos. El apoyo fue siempre incondicional.

    Hoy Alejandra Martín del Campo, jugadora de Leonas Negras y egresada del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), está ante una de las oportunidades más importantes de su carrera: desde principios de agosto y hasta la segunda quincena de septiembre, participa en los trabajos de pretemporada del equipo Espanyol de Barcelona, con la finalidad de formar parte de ese plantel el próximo torneo.

    ¿Cómo se dio la oportunidad de ir a España?
    Primero porque tuvimos un gran torneo. Como equipo nos fue muy bien. Logramos el campeonato y me tocó ser la jugadora más destacada de la liga, lo cual sin el apoyo de mi equipo no se hubiera logrado, y por ello surgió la posibilidad de ir a representar al futbol mexicano en un club en España. Voy a que me vean, me conozcan. Voy con la humildad de buscar quedarme allá e incluso continuar en ese país con mis estudios, que es parte de lo que me ha enseñado la UdeG: ser una buena deportista y complementarlo con ser buena estudiante.

    ¿Qué representa este nuevo reto?
    Es una gran oportunidad, algo en lo que tengo la dicha de estar. Le he dicho al equipo que voy en representación de ellas, de la gente que me ha apoyado. Sé que esto no es mío y tiene una base de trabajo de chavas que han estado jugando desde hace mucho tiempo, y a mí me toca representarlas con orgullo.

    ¿Cuánto ha crecido el futbol femenil?
    Ha crecido mucho. Cuando empecé era raro ver niñas jugando. A mí me tocó una época en que eras la única niña con millones de niños y que te pintaban de mil colores por jugar futbol, porque había demasiado machismo. Afortunadamente nos sobrepusimos a todos esos estigmas y ahora ya son muchas las mujeres que lo practican. Siempre ha habido mujeres que juegan bien al futbol; simplemente no había la apertura que existe ahora.

    Cuéntanos de tu paso por Leonas Negras
    Voy a cumplir 10 años. Entré muy chica a este equipo. A los 16 años, cuando se requería gente de bachillerato, yo estaba en la Preparatoria 7. Entré en 2004, para ir a la Universiada Nacional, la cual ganamos; en 2005 no pude ir; en 2007 logramos el primer lugar; en 2008, el tercero; después no nos fue bien. En 2011 quedamos en tercero y en 2012 concluí mi etapa en la selección universitaria. También ganamos torneos de la Liga Mexicana y otras copas.

    ¿Qué mensaje das a las Leonas Negras?
    Agradezco la oportunidad de estar en este grupo y de tener la oportunidad de ir y conocer otro futbol, otras compañeras, sin dejar atrás al que es mi equipo: Leonas Negras. Yo sin UdeG no soy nada y ellas sin mí siguen siendo un buen plantel.

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