Faltan orientadores educativos

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Identificar los aspectos culturales, familiares y sociales que envuelven a un estudiante resulta indispensable para ayudarle a que su vida académica llegue a buen fin. Por ello la Universidad de Guadalajara ha trabajado en la consolidación de las tutorías académicas y la orientación educativa.
Los tutores son una especie de monitor, sirven de vínculo entre los alumnos y el orientador educativo. Son ellos los que identifican a quienes requieren de un tratamiento o atención más personalizada, explicó la coordinadora de servicios académicos del Sistema de Educación Media Superior (SEMS), de la UdeG, Fabiola del Toro García.
Parte de los jóvenes, dijo, vive situaciones de violencia intrafamiliar, alcoholismo, drogadicción, necesidad económica o afectiva, lo que influye en su rendimiento escolar.
El tutor es la persona indicada para recomendar a cada muchacho el orientador más adecuado, si bien la decisión final de con quién asistir pertenece a los propios alumnos.
Ellos deben recibir una atención profesional que les permita superar las condiciones en las que viven. Por lo general este tipo de jóvenes muestra baja autoestima e inhibe sus capacidades, por lo que se requiere un proceso terapéutico para que recuperen la confianza en sí mismos, consideró la psicóloga Luciana Vite, quien participó en el séptimo Congreso de orientación educativa.
“El objetivo de esta es apoyar a los alumnos en su formación integral. Es necesario que el joven supere ciertos problemas académicos y apoyarlo para que se forme de manera integral, que no solo centre su atención en la acumulación de conocimientos, sino también en su desarrollo individual, que cubra todas las áreas de su personalidad y vida cotidiana”, afirmó Del Toro García.
Los orientadores, explicó, realizan un diagnóstico en cada escuela para definir en qué áreas deben trabajar con los alumnos. Casi siempre lo hacen mediante conferencias, talleres o escuelas para padres. Los casos especiales, detectados por la familia o los tutores, son canalizados al área de psicología a fin de que reciban seguimiento.
No obstante, el número de orientadores educativos que laboran en la Universidad de Guadalajara es bajo, si se considera la cantidad de estudiantes de bachillerato que acuden a la institución. Hasta ahora son 45 orientadores para las 111 escuelas preparatorias. Lo ideal sería que hubiera uno por cada mil jóvenes.
“La tarea de los orientadores no es fácil, por la población escolar que tenemos. Hay escuelas con más de mil estudiantes, aunque en las pequeñas la tarea resulta más sencilla. Por este motivo trabajan con grupos. Es difícil abordar de manera personalizada aspectos tan importantes cuando hay una población tan extensa”.
Antes no existía la figura de orientador educativo. Las preparatorias carecían de profesionales que tuvieran la vocación y capacidad para trabajar con jóvenes y que al mismo tiempo cultivaran una relación estrecha con los cuerpos colegiados de las escuelas, aseveró el director del SEMS, Alfredo Peña Ramos.
“Nos gustaría disponer de un orientador en cada escuela, incluso uno por turno, mejor aún, uno por cada mil, porque en las escuelas grandes es donde se concentran más los problemas”.

También con la familia
El programa de orientación educativa de la UdeG incluye el trabajo con los padres de familia, que representan uno de los factores más importantes en la vida de los muchachos.
“Lo hacemos mediante las escuelas de padres, en las que tanto tutores como orientadores diseñan pláticas según las necesidades detectadas en cada escuela y establecen los temas a tratar cada semana”, que pueden ir desde drogadicción, sexualidad o psicología del adolescente, hasta violencia física y emocional.
En muchos casos la familia es determinante para que el joven elija una carrera adecuada a sus habilidades y capacidades, ya que el chico puede sentirse presionado para seguir la profesión que ejerce alguno de sus parientes.
Estos temas fueron tratados en el séptimo Congreso de orientación educativa, organizado por la Coordinación de Servicios Estudiantiles y que tuvo lugar del 19 al 21 de julio, en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas. Al evento asistieron especialistas de diversas universidades del país.

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