Falta gestión para proteger el corazón de Vallarta

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    Tuvieron que pasar cien años para que el Centro Histórico de Puerto Vallarta formara parte del inventario de patrimonio cultural jalisciense. Esto fue dado a conocer el pasado 21 de julio en El Periódico Oficial del Estado de Jalisco (EPOEJ), después de lo cual la Secretaría de Cultura del Estado (SCJ) aseguró, por medio de un comunicado, que lo anterior dará sustento legal a toda acción y proyecto encaminado a la custodia y conservación de la imagen urbana, así como la protección de los elementos arquitectónicos de valor patrimonial.

    Esta área —también conocida como Fundo Legal— tiene una extensión de 50 hectáreas, delimitadas por El Malecón, al poniente; la calle 31 de Octubre, al norte; el Cerro de la Cruz, en el lado oriente, y la ribera del Río Cuale, al sur.

    Sin embargo, no hay frontera que aleje de amenazas urbanísticas al polígono, porque los reglamentos también deben estar acompañados de acciones, asegura el especialista en arquitectura vallartense y docente del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), José Alfonso Baños Francia, quien recuerda que no es la primera vez que esta ciudad costera tiene un perímetro para proteger la imagen urbana y la arquitectura tradicional.

    “La Zona Romántica ya tenía una declaratoria de protección patrimonial en 2014. En el Listado de bienes y zonas inscritos del Inventario Estatal del Patrimonio Cultural se dio a conocer que el polígono de Los Muertos o Zona Romántica se trataba del Centro Histórico de Puerto Vallarta, por lo que lo consideramos un error de apreciación por parte de la SCJ. De hecho, eso se lo hicimos ver durante un curso en el Colegio de Arquitectos de Puerto Vallarta, ya que es más valioso lo que hay construido en el Fundo Legal que lo que está ahí”, comenta el investigador.

    Explica: “Les hicimos ver que las licencias de construcción en Zona Romántica debieron haber tenido el visto bueno de la SCJ, dado que esta área ya estaba en el inventario. Ellos reconocieron que así debió haber sido, pero el ayuntamiento no pidió a los constructores el visto bueno de la secretaría”.

    En febrero de este año La gaceta de la Universidad de Guadalajara publicó que en la Zona Romántica habían erigido departamentos de lujo que rompen con la imagen urbana tradicional, por la cantidad de pisos con los que cuentan.

    Al respecto, el director de Patrimonio Artístico e Histórico de la SCJ, Julio César Herrera Osuna, dice que esto ocurrió porque faltaba coordinación entre los gobiernos municipal y estatal, por lo que ahora se ha trabajado para hacer valer la protección de la zona.

    “En Puerto Vallarta había una falta de regulación en los instrumentos de desarrollo urbano. El esfuerzo que hemos hecho con el municipio es que el polígono del Fundo Legal esté reconocido en los planes de desarrollo urbano como parte de una zona de protección histórica. La gestión, a partir de ahora, tendrá que ver con ese cuidado para conservar esa imagen urbana”, externó el funcionario.

    Herrera Osuna enfatiza que el trabajo de la SCJ es un registro de inventario y que el proceso de declaratoria es subsecuente, pero independientemente de este último los bienes inmuebles están protegidos. Esto se logró en coordinación con la Dirección de Desarrollo Urbano de Puerto Vallarta, así como con escuelas de arquitectura del municipio.

    “Aquí lo que tenemos es un instrumento que le sirve al municipio para que los gestores y funcionarios de desarrollo revisen el nivel de protección”.

    Destaca que con la incorporación del Fundo Legal al inventario patrimonial, el polígono de protección aumenta, pues ahora consideran tanto la Zona Romántica (que está al sur de la ribera del Río Cuale), como el casco fundacional.

    Herrera Osuna precisa que para que exista una intervención de inmuebles de valor artístico relevante se requiere un dictamen de la SCJ.

    Baños Francia reconoce que “lo importante es que ahora sí se está corrigiendo y delimitando el Fundo Legal de Puerto Vallarta, que coincide con el tejido que contiene mayor patrimonio cultural vallartense”.

    El comercio rebasa al patrimonio edificado
    Baños Francia afirma que los antros y bares de El Malecón marcan uno de los retos con la nueva distinción, pues éstos han sido partícipes del cambio de imagen tradicional. “La propia actividad turística rebasó la realidad del patrimonio”.

    Poco a poco, como trabajo hormiga, el rostro de la ciudad ha ido cambiando en función de la necesidad turística. La prueba está en ese espacio frente al mar, cuya transformación fue paulatina y que hoy es irreconocible de lo que existió hace 50 años.

    “Lo que ha fallado es la parte de la gestión, porque se tienen declaratorias, pero ya en la implementación de estos instrumentos no aplica de manera tan eficiente. Aunque haya decreto, muchas veces los particulares y comerciantes van modificando la forma, volúmenes y colores de las fachadas. En muchas ocasiones esto pasa por la poca previsión gubernamental o por la complicidad de funcionarios. Es muy bueno tener instrumentos de protección. Es aplaudible, pero no hay que olvidar la gestión”.

    Según el conteo realizado por el Colegio de Arquitectos de Puerto Vallarta en 2010, en el Centro Histórico de esa ciudad había 220 fincas con valor patrimonial, pero Baños Francia comenta que es posible que existan menos. Según información del sitio web de la SCJ, sólo 25 inmuebles forman parte del inventario patrimonial.

    Baños Francia menciona que la importancia de la arquitectura vallartense radica en que ésta, al ser representativa de distintos momentos históricos, dota a la ciudad de un encanto de pueblito frente al mar, que permanece en el imaginario de los visitantes y de quienes ahí habitan.

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